capítulo 8

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Noches de luna llena

Estaban todos en el bosque, todos en su forma animaga, menos Remus, el chico de ojos miel estaba tumbado en el suelo durmiendo, faltaba poco para que despertara según los cálculos de Valerie.

La escena en realidad era graciosa, un ciervo con una rata entre sus cuernos, a su lado derecho una cierva y al lado de esta última, un perro negro.

Un fénix se acababa de posar en los cuernos del ciervo y trotando, por detras venía una yegua de largas crines con pelaje de color blanco.

Remus empezó a moverse y se incorporó, entonces Nocturna caminó hacia el chico pero Canuto la frenó mirandola directamente a los ojos y poniendo una pata delante de la de ella a lo que la cierva retrocedió, regresando así a su lugar inicial

- Chi-chicos que hago aqu.... — Remus empezó a moverse y a gritar cuando de un momento para otro solo había un lobo que miraba a los animales que tenía en frente, Cornamenta junto con Colagusano en sus cuernos y Canuto a su derecha se acercaron a Lupin distrayendolo para que Índigo desde el cielo guiara a Nocturna para esconderse en mitad del bosque, mientras Niebla se escondía detrás del árbol más cercano por si alguno de los merodeadores necesitaba ayuda si Remus empeoraba.

Una vez consiguieron distraer a Lunático, Megan y Peter, todavía en su forma animaga se lo llevaron para otro lado del bosque, donde el licántropo pudiera pasar la noche sin necesidad de atacar o lastimar a alguno de sus amigos

Mientras tanto en el lado contrario del bosque estaban Valerie y Dalia, en su forma humana, esperando a que llegaran James y Sirius

- Dalia, no camines más de un lado a otro, ya vendrán, seguro que les falta poco, confío plenamente en ellos, saben lo que hacen, llevan mucho tiempo ayudando a Remus — dijo Potter intentando que la rubia platino no se pusiera más nerviosa de lo que ya estaba

- ¿Y si Remus les ha atacado? Valerie, estamos hablando de un licántropo, cuando Remus pasa a su forma animal no conoce a nadie, solo ve presas — respondió Dalia con un tono, claramente preocupado

- No te preocupes preciosa, que no nos ha matado — dijo James junto con Sirius, ambos venían despreocupados y quitándose algún resto de hojas o tierra de encima. Dalia corrió hasta los brazos de James y esté correspondió

- Has tardado más que otras veces, me había asustado, en pensaba que te... Que OS había pasado algo grave — dijo Dalia separándose poco a poco del moreno intentando transmitir la mayor naturalidad posible

- Si, Remus ha necesitado unas cuantas carreras más para cansarse, Valerie tenía razón, ninguna poción puede cambiar la condición que tiene, de echo, solo empeora sus transformaciones — añadió Sirius mientras caminaba hacia el lado de la rubia-castaña para pasar su brazo por encima de sus hombros — James, me voy antes de que Lunático nos encuentre, vete por ahí con Dalia que yo me voy por el lado contrario con tu hermana

- Vale, y si Remus os encuentra, grita, o ladra o lo que tu quieras, pero avisa — Sirius asintió y se fue junto con Valerie

- Rubia, no vuelvas a hacer lo que has echo hoy — dijo el pelinegro

- Sirius, todavía era él, era Remus... Solo me dio pena verlo tan mal — dijo la rubia mirando al chico que tenía al lado

- Lo se, pero es muy peligroso, si te llega a pasar algo, no me lo perdonaría en la vida, tienes que tener cuidado — Sirius hizo una pausa y se alejó un poco de Valerie — Vente — de un momento a otro el pelinegro se transformó en aquel característico perro negro, al cual Valerie siguió hasta un llano el cual ambos conocían bien

Lo prometido no siempre es deuda [Sirius Black]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora