capítulo 10

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Diez años

Las dos chicas se fueron a la habitación de los Gryffindor. Cuando entraron al cuarto todavía estaban todos los merodeadores reunidos terminándose de arreglar y haciéndole compañía a Remus

- Buenos dias chicos - dijo Valerie mientras le daba un beso de buenos dias a su hermano - James necesito coger una cosa de mi maletín de pociones

- Toda tuya enana, ¿Por que que pasa? - dijo apartándose para que su hermana accediera al maletín

- Nada, solo Megan, se encuentra algo cansada y vengo a coger una poción - la rubia rebuscó entre los tarros - Aquí está, Megan comete la chocolatina mientras yo busco por aquí un vaso, que por cierto, alguno de vosotros tiene vaso y agua

- Yo tengo un vaso y una jarra de agua, el vaso es el de repuesto por si se me pierde el mio, además la jarra está vacía pero eso con aguamenti se resuelve rápido - dijo Sirius que se estaba abrochado los botones de su camisa, los cuales dejó a medias para buscar el vaso que seguramente estaría en alguno de los cajones del baño - La jarra está en mi mesilla de noche, cogedla alguno

Valerie se levantó del suelo y cogió la jarra de la mesilla del pelinegro

- ¿Ya has encontrado el vaso? - el pelinegro asintió volviendo del baño con el vaso en la mano

- Dame la jarra rubia y toma, aguanta el vaso - se cambiaron el recipiente y Sirius invocó el agua - Aguamenti - esta salió en un hilo de agua suavemente por la varita del pelinegro - Listo, pasame el vaso - Valerie volvió a darle el vaso, cuando lo llenó se lo pasó a Megan - Ahí tienes Meg

- Espera, todavía hay que echarle la poción vigorizante - dijo Valerie mientras se acercaba a Megan para mezclar la poción con el agua - Vale, son seis gotas... - dijo la rubia midiendo con el cuentagotas que tenía el frasco - Y media, listo - Potter virtió las gotas en el agua y esta se tiñó de un azul trasnparentoso - A ver, no está malo, de echo a mi me gusta pero... El ajenjo le da un gusto.... Amargo y digamos que la mandragora cocida no está muy buena... Pero toma

- Vale, oler, huele bien, huele como a... - la morena aspiró un poco mas del olor que desprendía el vaso - A menta, bueno va, que me tengo que ir a clase - sin mas Megan se lo tomo de un sorbo haciendo muecas raras, Valerie no le culpaba, los ingredientes de esa poción poseían un sabor horrible - ¡AGHH! ESTO ESTÁ MALISIMO, NO ME PIENSO TOMAR ESTO MÁS EN MI VIDA

- Lo siento Meg, si no hubieras venido anoche no estarías cansada ahora - era la primera vez que Remus intervenía en la conversación que estaban teniendo en la habitación, en sus ojos fácilmente podías ver reflejado el cansancio que su cuerpo también emanaba y la culpabilidad por tener a todos sus amigos ayudándolo

- Ey Remus, no es tu culpa, nada de esto es tu culpa, no vuelvas a decir eso jamás, tu nunca tendrás culpa de esto, ¿Lo oyes? Jamás, ahora descansa, que te hace muchisima falta, mucha mas que a nosotros - la morena se acercó y lo ayudó a acomodarse en la cama - Y ahora nosotros nos vamos - algunos quisieron reprochar sus palabras, pero una mirada, muy poco cariñosa de su parte les hizo rectificar - Venga, todos fuera, Rems, si necesitas algo, solo envía a la lechuza, sin nada, solo dile que venga hacia alguno de nosotros

El moreno asintió y los demás se fueron, con sus cosas para pasar el día

- Meg, por si no te has dado cuenta estamos a medio arreglar - dijo James

Lo prometido no siempre es deuda [Sirius Black]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora