XX

4.7K 187 9
                                    


Ares

Despertaste en un lugar que no conocías, desorientada, miraste hacia los lados en un intento fallido de averiguar dónde estabas, tus recuerdos aún estaban desordenados, miraste tu cuerpo ser cubierto por un fino vestido blanco con pliegues y un cinturón dorado.

Esa no era lo ropa que llevabas, habían sustituido tu traje militar bicolor por una ropa más femenina, las botas negras que portabas ya no estaban en cambio tus pies tenían unas sandalias griegas.

Gritos invadieron tu mente, recordabas personas gritando y explosiones.

Al otro lado del salón una profunda voz hablo.

───Veo que ya despertaste.

Soltaste un grito que ahogaste a medias en tu garganta poniéndote a la defensiva para quien sea que fuera.

El hombre de abrigo de cuero sonrió y comenzó a acortar las distancia dejando ver más de cerca su rostro adornado con cicatrices y un peinado estilo militar, tal y como tus compañeros solían usar.

───Pedeciste en guerra querida, a pesar de tus esfuerzos en la guerra, aun así todos perdieron, diste lo mejor de ti y tu bando perdió.

───Te he reclamado.

Frunciste el ceño mirándolo directo a sus ojos rojizos, ocultos por unas gafas de sol, no estabas segura de estar manteniendo el contacto visual pero no te mostrarías débil.

───¿Y quién eres tú para reclamarme?

Sonrió con arrogancia tu comportamiento agresivo parecía divertirle───Soy Ares, el dios de la guerra.

───Todos los caídos en guerra me sirven a mí.

───Para ser una mortal me has interesado mujer, te dejare pasar la eternidad junto a mí.

Acerco su mano a tu rostro para empezar a acariciarlo, diste un golpe para alejar su mano, ni siquiera conocías a este...dios

───¿Y quien dice que yo quiero estar contigo?───soltaste altanera mirándolo mal, demasiado orgulloso para tu gusto.

La deidad soltó unas sonoras carcajadas───Hermosa y violenta, tal como me gustan.

Convoco a unos soldados con uniformes de épocas tanto antiguas como actuales, todos ellos habían caído en pleno enfrentamiento destinados a servir a un engreído dios, buscando un triunfo para poder descansar en paz.

───Llévenla a su cuarto.

Tomaron tus brazos empezando a arrastrarte lejos de esa lujosa sala, te removías y forcejeabas en vano, seguían arrastrándote.

Antes de abandonar por completo la habitación el dios susurro unas palabras───Pronto te acostumbraras a mí.

Te llevaron a un cuarto donde permaneciste, ahora era tu nuevo cuarto.

. . . . 「✿」. . . .

Mas tarde tocaron tu puerta, pero no estabas dispuesta a salir, preferías intentar leer los libros en griego que había en tu habitación.

───¡NO¡

───¡NO VOY A SALIR A CENAR¡───le gritaste a quien sea que estuviera tocando tu puerta.

Dejaste de escuchar el ruido y te acomodaste en la cama, dispuesta a dormir, pero un fuerte sonido se presento, la puerta se vino abajo.

───¡HEY, ES MI HABITACIÓN!

───ES MI PALACIO.

───Ademas debes comer algo.

Te entrego la bandeja con comida y se fue, malhumorada tomaste la comida y fuiste a la cama para sentarte en el borde comiendo lo que te había traído, del otro lado los soldados arreglaban la puerta que su amo tiro.

Si que seria difícil vivir con este dios───pensaste.

Por otro lado el dios de la guerra pensaba que domaria a la mujer.

Gracias por leer

:D
Creo que me pidieron uno de Ares y aquí está.

𝐏𝐄𝐑𝐂𝐘 𝐉𝐀𝐂𝐊𝐒𝐎𝐍 ━━ 𝘖𝘕𝘌 𝘚𝘏𝘖𝘛𝘚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora