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Jason Grace
Abriste los ojos de poco a poco parpadeando varias veces para asegurarte de que no estuvieras viendo mal, el aire zumbaba por tus oídos estabas algo mareada mirabas el cielo con tus orbes, cada nube haciéndose a un lado sin impedir tu inminente caída a algún lugar, tu cabello revoloteaba de aquí para allá impidiéndote pensar con claridad o ver.
Luego aclaraste la mente recordando que la loca diosa de la nieve tiro a leo de el Argo II y congelado a los demás, simplemente reaccionaste intentando sujetarlo, pero el empujón fue más fuerte terminando por lanzarlos a ambos y ni siquiera juntos, salieron disparados en diferentes direcciones, no podías ver al latino.
Te cruzaste de brazos en el aire en plena caída, pensando que podías hacer para no morir por el impacto de agua.
¿Por qué no me ayudas querido padre?───pensaste con una ceja alzada, parecía lo único que podría salvarte...por el momento.
Ah, espera no me contestes "Deberás ganártelo"───imitaste su voz.
Así es ______───pronuncio Marte en tu mente.
Confundida pensaste como es que tenía tiempo para eso si sus facetas Griega y Romana luchaban, a menos de que se hayan unido a molestarte.
¿Qué quieres que haga, luchar contra ventis mientras caigo? ───repetiste de broma.
No es una mala idea───contesto el dios de la guerra.
¡Papá!───gritaste mentalmente.
No necesitas de mi ayuda, estarás bien───hablo la deidad.
Escuchaste como sus dos partes ahora si peleaban, volteaste hacia arriba mirando una silueta acercarse volando hacia ti, al enfocar bien notaste la cabellera rubia de Jasón balanceándose por el aire, al llegar hasta ti te atrapo entre sus brazos deteniendo la caída.
Suspiraste aliviada, justo a tiempo.
───Gracias...
───Pero...¿Qué no estabas congelado? ───hablaste confundida.
───Si...al menos por unos momentos, algo o alguien me descongelo y pude venir por ti───sonrió el rubio.
───Uh, menos mal que no morí contra el mar.
Al menos debería morir cargándome un Drakon o muchos mounstros───pensaste indignada.
───Si yo estoy aquí nunca morirás───hablo el romano mientras volaban.
───Oh cariño te amo y todo pero soy lo suficientemente capaz de defenderme, soy una hija de Marte después de todo.
El rio ante tu actitud orgullosa, no lo negaba en ocasiones lo habías salvado.
───No lo dudo.
───Solo quiero que sepas que siempre estoy aquí para ti.
───Lo se...solo espero que ese enano este bien───hablaste intentado ocultar la preocupación por el Griego, ya podías escuchar las quejas de Marte y la pelea que se escucharía en tu mente.
Al fin llegaron al barco, te bajo de sus brazos y preparaste tu lanza para pelear, encontrándote con Piper quien ya había resuelto todo, agradeciste a la chica y la felicitaste sin duda era una buena guerrera, la hija de Afrodita te había impresionado. Fuiste a tu cuarto, donde pensaste que al llegar al campamento Júpiter harías una ofrenda para Venus/Afrodita, estaba claro que ella había descongelado a Jasón, no podía perder una de sus historias de amor por algo trágico.
───Gracias Venus───pronunciaste antes de caer en los brazos de Somnia
