𝐏𝐄𝐑𝐂𝐘 𝐉𝐀𝐂𝐊𝐒𝐎𝐍 ━━ 𝘖𝘕𝘌 𝘚𝘏𝘖𝘛𝘚

XII

Nico di Angelo

Naciste con una peculiar condición si así se le puede llamar, tu cabello castaño era adornado con dos serpientes, no eras hija de medusa y tus serpientes no podían hacer piedra a nadie, solo estaban ahí, eran inofensivas a simple vista. No sabias con certeza si lo eran o no pero hasta ahora no habían causado daño a alguien, solo cierto temor.

Con el tiempo las serpientes comenzaron a hablar conversaciones con los dos reptiles, eras la única que podía escuchar sus voces. No tenías problema con el par de agradables serpientes.

Hasta que una de las maestras nuevas comenzó a ser odiosa, llegando a tales extremos de querer cortar a las pobres, jalando el cabello en sus múltiples intentos, excusándose sobre el pretexto de que iba en contra del reglamento.

No sabias por que esa mujer de apariencia espantosa te odiaba tanto, cada día era como si planeara cada noche hacer tu vida imposible. La mayoría no veía más allá de simples adornos de tela alrededor del cabello.

(...)

La mujer mayor sobrepaso cualquier limite que alguna vez pudo haber entre estudiante-maestro, jalando en contra de tu voluntad el par de coletas que llevabas, tomo unas tijeras de su escritorio arrastrándote. La sensación era horrible tu cabello sujeto entre las manos de es bruja, el cuero cabelludo ardiendo, el sentimiento de que te arrancaría todo el cabello estaba muy presente ¿Hasta qué extremo podía llegar esa horrible mujer?

Entendiste que no era humana al ver su transformación, enfocaste tu visión sobre la mujer varias veces comprobando que no fuera una ilusión al estar a punto de ceder a sus tirones y cerrar los ojos.

Sus colmillos crecieron mostrándose fuera de sus labios, su mirada se volvió peor que antes, sus recientes garras se enterraban en tu cabeza.

Mirabas a tu alrededor en busca de algo con lo que defenderte, alargaste la mano hasta el escritorio de la mujer tomando un lápiz, clavaste con fuerza el objeto de filo.

Retrocedió gritando juramentos, maldiciendo a los niños━━recalcando que los odiaba. Volteo una vez más para tirarse encima de ti con sus garras, rasguñando tus brazos y algunas partes de tu rostro.

Pateaste a la ex señora Anderson, logrando desorientarla y salir a tropezones por el pasillo, adentrándote más en otro pasillo con un extintor. Mascullando un pequeño━━Lo siento━━rompiste el vidrio sacando el objeto metálico de color rojo, esperando a la horrible maestra.

Al verla cerca quitaste el seguro del extintor rociando a la mujer y luego golpeándola con el mismo objeto, como por arte de magia la mujer cayo al sueño extinguiéndose en polvo.

Tu pecho subía y bajaba la adrenalina aún estaba corriendo por tus venas, respirabas y jadeabas. ¿Acaso habías cometido un homicidio?

No, y mil veces no, no podía estar sucediendo, fue en defensa personal.

Esa mujer no era humana, seguías pensando en tus descuidados actos, como si tu cuerpo ya tuviera previsto que hacer en esa situación, cada musculo bien preparado para esquivar. Recordabas tus agudizados sentidos, pensar demasiado hizo que chocaras con una chica de cabello castaño y ojos verdes brillantes.

━━L-lo siento━━te disculpaste parándote y dándole la mano a la chica, para ayudarla.

━━¿Estas bien?

━━Eso creo, me ataco...

Meditabas si contarle de lo sucedido, era lógico contarle a alguien a quien apenas habías conocido sobre ese desastroso incidente. Los pasos de la femenina se detuvieron hasta quedar justo en frente de tu rostro, tocando las serpientes con gusto. Ella lograba verlas━━T-tu.