Nataly POV.
Y así seguía yo. Luego de 15 minutos me encontraba todavía llorando en los brazos de mi abuela. Ella me acariciaba el pelo suavemente y trataba de calmarme pero todavía no lo conseguía. Mi abuela Stephanie me llevó hasta el baño para poder secarme las lágrimas y para que limpiara mi cara, que, seguramente, estaba enrojecida. Cuando terminé, me dirigí al comedor de nuevo ya que mi abuela quería que comiera un pedazo de tarta de fresa. Me senté para que me sirvieran la tarta y comencé a jugar con el tenedor en vez de comérmela. No quería comer, todavía tenía ese nudo en la garganta que te provoca el hecho de llorar. Mis abuelos me miraban esperando que dijera algo, pero no tenía ganas de hablar. Sabía que lloraría si lo hacía.
-Creo que mejor nos vamos Richard- dijo mi abuelo James-. Nataly tiene mucho que hablar con sus abuelas. Temas de chicas, ya sabes.
- Creo que tienes razón James- respondió este a su vez-. Nos vamos princesa, estaremos en la biblioteca de la casa si nos necesitas.
Ambos dejaron un beso en mi frente y se fueron por la puerta del comedor, dejándome sola con mis abuelas. Mi abuela Stephanie me dio una sonrisa cariñosa y posó una mano en mi brazo.
- No estés así cariño mío.
- ¿Y cómo quieres que esté? - pregunté aguantandome las ganas de llorar que otra vez me invadían-. Abraham me acaba de insultar frente a ustedes y se acaba de ir. Parece como si no le hiciera feliz que yo haya conseguido trabajo... y yo que pensé que se pondría feliz por haber entrado yo misma a la industria de la música como él.
Ambas se miraron entre ellas y luego a mí.
- Cariño, me parece que lo que pasa aquí es otra cosa...- murmuró mi abuela Stephanie.
- ¿A qué te refieres?- pregunté.
- Me parece que lo que pasa aquí es que Abraham intenta protegerte- continuó mi abuela Helena.
- ¿Protegerme?- pregunté incredula- ¿Pero de qué? Explícate mejor abuela.
- Él ya sabe lo que es capaz de hacerle a alguien una discográfica. Me parece que lo que quiere es alejarte de todo eso.
- Es verdad- dijo mi abuela Stephanie asintiendo-. Quizás lo que quiere es que te mantengas feliz y alejada de la polémica que trae el mundo de la música. No puedes culparlo por querer protegerte.
- A veces lo de la protección se le puede subir a la gente a la cabeza- respondí-. Si quiere verme feliz, tiene que dejarme hacer lo que más me gusta, tiene que dejarme conectar con la música.
- Tú déjalo- dijo mi abuela Helena divertida-, que seguro en un par de días te va a ver arrepentido con un ramo de flores y chocolates.
Reí ante el comentario.
- Puede ser... Ya lo veremos.
Al día siguiente me encontraba en la discográfica hablando con Fraag. En un momento nos dirían que día tendríamos que venir a grabar la canción que había compuesto él mismo. Habíamos estado hablando y haciendo bromas a los asistentes ya que habían pasado más de dos horas sin que nos hubieran dicho nada. En ese momento, Fraag le había puesto cinco paquetes de sal en el café a un hombre que pasaba por ahí. Nos encontrábamos sentados esperando a que este descubriera la broma. El señor se encontraba hablando con una rubia secretaria, parecía coquetearle. En un momento, este tomó un sorbo de su café. Al siguiente, el café estaba esparcido por la cara de la secretaria y el hombre se encontraba tosiendo desenfrenado. La chica se limpió como pudo la cara y le dio una cachetada al tipo, alejándose moviendo las caderas. Fraag y yo nos destornillábamos de la risa. El tipo nos miró con cara de pocos amigos y Fraag lo saludó con la mano alegremente. Cuando el tipo se fue nos quedamos en silencio unos segundos. Fraag había sacado su teléfono y tecleaba con una sonrisa un mensaje.
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Mi Pianista~Abraham Mateo
FanfictionTú, Nataly Novacheek, siempre has estado encerrada dentro de tu casa, sin saber como es el mundo ni como son las personas. Cuando por fin tu padre te deja salir, descubres que el mundo es asombroso, que no todo se centra en un piano. Harás amigos, t...