Cuidando al enfermo

187 14 2
                                    

(extra)

Diana

Al cabo de media hora Emily me envía un mensaje avisando de que ya han llegado.

Dejó el móvil de lado y me acurruco más con Matt. Un momento, recapitulemos porque suena un poco raro decir esto de golpe sin ni siquiera contar nuestra pequeña historia.

Con Matt y Em nos conocimos en el colegio, para ser más precisos desde los tres años.

Básicamente llevamos toda la vida juntos, bueno más bien con Em porque la relación que teníamos Matt y yo digamos que no era tan amistosa.

Se metía conmigo cada vez que tenía oportunidad, no era precisamente mi bully más bien yo era su pasatiempo. Hasta los 14 años, después de 11 años siendo el conejillo de indias para sus bromas decidió parar. Pero no porque yo se lo había pedido ni mucho menos alguien le había obligado fue porque el verano antes de empezar el instituto di un cambiazo y eso hizo que me hiciera popular que digamos, entonces las chicas se fueron por un lado y los chicos por otro, con ellos Matt.

Pero no sé qué pasó en mi segundo año de instituto que nos volvíamos a hablar y así hasta saber completamente todo el uno del otro. Aunque al principio la gente lo veía mal porque Matt al ser más grande que yo tenía que hablar con chicas mayores y no con las amigas de su hermana. En fin, no se que pasó en la discoteca el día del cumple de Emily que nos unió aún más y llegamos a admitir que es lo que sentimos el uno por el otro. Nos lo estamos tomando con calma así lo prefirió Matt y yo acepté.

Estamos en el proceso de no saber lo que somos pero a su vez lo sabemos, no es nada oficial, no somos novios como tal pero nos tenemos cariño y nos preocupamos el uno por el otro.

— ¿En qué piensas cariño? - pregunta sacándome de mis pensamientos.

— Nada - lo abrazó con más fuerza.

— Vamos dímelo.

— No te alejes de mí - le suelto repentinamente, a mi no me va lo cursi y él lo sabe perfectamente.

— Pase lo que pase - me da un beso en la frente y subo la cabeza para darle uno en los labios.

— No deberías, estoy enfermo.

— Me da igual, así nos enfermamos los dos - lo vuelvo a callar con otro beso y noto como sonríe en medio.

Me atrae hacia su pecho y me relajo escuchando los latidos de su corazón y a la vez viendo la película. Al terminar la película levanto la cabeza y me encuentro a Matt dormido, trato de levantarme despacio para no despertarlo.

— Quédate conmigo - me dice entre gruñidos.

— Voy al cuarto de baño cariño - le digo para tranquilizarlo, es más ya sabe que me quedaré esta noche con él no sé porque me lo pide .

Me suelta sin protestas y me levanto, cojo mi móvil por si acaso y antes de salir de la habitación le doy un beso en la cien.

— ¡Dios mío! - exclamo - estás ardiendo. — Matt levántate vamos - le acaricio la mejilla para despertarlo - vamos al baño.

— El medicamento no te ha hecho efecto - sin respuestas - cariño tienes que refrescarte.

Al ver que no recibo ninguna respuesta, mi corazón empieza a latir a mil por hora y no se que hacer, durante un instante me quedo en blanco y luego le reviso el pulso. Débil.

Le quito la manta y trató de levantarlo pasando su brazo por mis hombros y como respuesta él gruñe, suelto un suspiro de alivio y me levanto junto a él. Pero que coño come, pesa más que un elefante y yo soy una pobre hormiga a su lado.

AMBIVALENCIA (TERMINADA) (en edición) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora