IX. De vuelta al instituto

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Emily

— ¡Ring, ring! - suena la alarma con todo su esplendor. Ya son las siete de la mañana y no quiero levantarme, la palabra madrugar no entra en mi diccionario.

Ha pasado prácticamente un mes desde la última vez que vi a los Walsh, en la gala. Después de haberme quedado a dormir me desperté al día siguiente más cansada de lo normal, nos reunimos con los chicos y bajamos a desayunar. Rina no nos preparó un desayuno sino que más bien fue un banquete.

Harry no estaba y por ende Asher tampoco, así que solo quedaba un Walsh en la casa y curiosamente este bajó solo, sin la rubia chillona al lado. Cosa que me pareció curiosa ya que la noche anterior los había dejado juntos. ¿Lo habrán dejado? Céntrate Em, no es de tu incumbencia, pueden hacer lo que les plazca. En fin, a lo que iba, hoy es el primer día del instituto y aquí estoy delante del armario medio muerta. Con los chicos hemos quedado para ir todos juntos, Owen, Mila, Eros y Diana, que será la que pasará por nosotros con el coche.

Me envía un mensaje avisando de que dentro de 15 minutos estará enfrente de mi puerta y con eso me apresuro en escoger la ropa, llevo más de diez minutos pasmada enfrente del armario y no se que ponerme. Tampoco es que me importe mi apariencia però no está bien dar mala impresión el primer día. Así que opto por mi conjunto preferido, una falda de capas color blanco que me llega por encima de las rodillas y un top del mismo color con los hombros descubiertos. Para terminar conjunto el outfit con unas Dr. Martens blancas.

Me dejo el pelo suelto con sus ondas naturales, antes de bajar a desayunar me aplico máscara de pestañas, blush y gloss, no me gusta mucho maquillarme pero estas tres cosas son esenciales para mi.

Bajo al piso de abajo y me encuentro con Matt ya desayunando.

— ¡Oye me hubieras esperado!

— ¿Y quedarme con hambre? Jamás — me siento a su lado y me tomo el desayuno lo más rápido que puedo, siempre llego tarde a cualquier sitio y estoy intentando cambiar este mal hábito.

Mi móvil suena y doy un salto sin ni siquiera verlo, porque ya se que es un mensaje de Diana diciéndome que salga, y así es, después de despedirme de Matt salgo por la puerta encontrándome a los chicos esperando.

Me siento al lado de Diana y saludo a los chicos.

— Aún falta pasar por Mila — avisa Diana y todos asienten. No se porque de repente me pongo nerviosa, espero que sea por la vuelta al instituto y no por saber que iremos a la casa de los Walsh.

Al cabo de diez minutos ya estamos enfrente de las puertas de la mansión Walsh, nos dan el permiso para entrar y Diana aparca su querido Volvo,  que este se queda corto delante de los cochazos que hay aparcados. Esperamos un rato en el parking pero Mila no aparece por ningún lado y no contesta a los mensajes.

— ¿Alguien puede ir a buscarla? — pregunta Owen — Está mal llegar tarde el primer día de instituto.

— Sal tú — me señala Diana.

— ¿Por qué yo? — por favor Mila sal ya, no me hagas pasar por esto.

— No se, los chicos les dará pereza y corte presentarse en su puerta.

— ¿Por qué no vas tú? - pregunto.

— El chofer aquí soy yo — me guiña un ojo y me obliga a salir del coche. Ojalá no esté el mister arrogante, no quiero otro encuentro con él, es más, lo quiero trescientos metros lejos de mi o bajo tierra. Sea cual sea de las dos yo me conformo.

Me dirijo a la puerta mientras rezo en mi interior. Tal vez estoy exagerando, sí, pero se que a este paso este chico acabará conmigo.

— Hola señorita Emily — me saluda Victoria, la sirvienta.

AMBIVALENCIA (TERMINADA) (en edición) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora