XII. ¿Sientes la adrenalina, Eiden?

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Emily

Termino de atarme el nudo de las botas altas y ajustarme la falda de cuero. Me paro frente del espejo y me doy los últimos retoques. Me llega un mensaje de Diana diciéndome que baje que ya está aquí, aunque me parece muy raro que con el silencio que hay en casa y fuera no haya escuchado el coche. Sin responder al mensaje, cojo mi bolso junto a las llaves y echó un rápido vistazo a toda la casa. Ya que por supuesto mi madre está trabajando de noche en el hospital y Matt se pasó por la casa de Asher después del instituto y aún sigue allí. Cierro la puerta y mientras me dirijo a la calle voy leyendo perdida los mensajes que están enviando en el grupo hasta que llego al final de la calle, levantó la vista del móvil y apenas veo con la poca luz que hay.

Trato de buscar a Diana por los alrededores pero no hay ni un sola alma viva aquí ahora mismo, le envio un mensaje preguntando donde esta pero no recibo respuesta así que decido llamarla. Tras varios intentos fallidos empiezo a preocuparme por ella ya que me ha dicho que ya estaba aquí y es muy raro que Diana no llegue puntual a los sitios. Tras cinco minutos vuelvo a llamarla con la esperanza de que me conteste y así és.

— ¡Por dios Diana! Me habías preocupado.

— ¿Por qué?

— ¿Como que porque!? No te veo por aquí y te he llamado no se cuantas veces y no contestabas. Crees que esto no es motivo de preocupación.

— Emily... — dice en un susurro.

— ¿Qué pasa?

— Mira, prométeme que no te enfadas conmigo - me pide desde la otra parte de la línea.

— Vamos cuenta — le ordeno.

— Promételo.

— Sabes que no lo haré porque si me haces prometerlo seguro que no me gustara nada — se queda callada y no contesta.

— Vamos cuéntame, intentaré no enfadarme

— ¿Lo prometes?

— He dicho intentaré.

— Vale — suelta un suspiro — Mira que me pase por los chicos y resulta que Eros estaba en casa de Mila.

— Ajà.

— Y yo ya traía conmigo a Owen y Nolan. Iba a pasar por la casa de Eros y luego por ti ya que pensaba que Mila se iría con Eiden.

— ¿Pero? — me anticipo.

— Pero... no fue así ya que Mila había pensado que iría con nosotros.

— Vale y el problema ¿dónde está? — pregunto aun sin entender el porqué de esta explicación.

— El problema está en que — hace una pausa y suelta rápido sin respirar — que Mila se ha venido con nosotros y para no dejarte esperando allí toda la noche le he pedido a ...

— Eiden - contesto atónita al verlo enfrente mio con la moto.

— ¿Cómo lo sabes?

— ¿¡COMO LO SE?! — elevo mi tono de voz — porque está parado enfrente mío, será por eso ¿verdad? — respondo sarcástica.

Cuelgo la llamada porque sé que si sigo hablando con Diana se que voy a pelear con ella, guardo el móvil en el bolso y alzó la vista encontrándome con Eiden con el casco aún puesto.

— Hola gruñona — me saluda quitándose el casco y en respuesta pongo los ojos en blanco.

— Vamos — dice y yo niego con la cabeza.

— ¿Se ha enfadado mi gruñona? — pregunta en tono de burla mientras me analiza. Pregunta qué le hace ganarse un puño en el hombro.

— Que no soy tu gruñona. Emily es Emily.

AMBIVALENCIA (TERMINADA) (en edición) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora