❝ My Alpha ❞ [Larry]

T R E I N T A Y O C H O

Después de descansar un largo periodo de tiempo en la casa del amable Niall, decidió marcharse.

Debía volver con Harry y hablar de lo que tanto lo asustaba.

El alfa se ofreció a llevarlo, pero Louis se negó, diciéndole que necesitaba estar solo, y que el viaje en autobús lo ayudaría a pensar.

Llegó casi media hora después, debido a que la casa de Harry se encontraba en la otra punta de la ciudad, y además tuvo que caminar un poco.

Cuando se paró frente a la enorme mansión sintió su interior arder de nervios. Pero aún así caminó hacia ella.

Cuando estaba llegando a las escaleras, la puerta principal se abrió, rebelando a un agitado pero sonriente Harry.

- ¡Volviste! - Gritó antes de correr a su lado.

Louis se mantuvo inmóvil, sintiendo como los fuertes brazos lo rodeaban.

Harry lo apretó contra su pecho. - Lo sabía, sabía que volverías, bebé.

- Harry... - Louis se quedó sin aliento, el estar cerca de su alfa siempre le provocaba demasiadas emociones juntas, y lo abrumaban.

- Entremos a la casa, ven. - Tomó la pequeña mano entre las suyas y lo guió hacia la casa.

Cuando ingresaron por la puerta principal Louis lo detuvo.

- ¿Que sucede, bebé? - Harry lo miró confundido.

- ¿Por qué actúas como si nada?

La sonrisa del alfa recayó con lentitud. - Bueno, estoy feliz de que hayas regresado.

- ¿Y no vas a preguntar por qué me fui?

- Creo saber la razón. - Dijo en tono bajo. - Y  también creo que será mejor que hablemos con honestidad. - Propuso.

- Suena bien. - Estuvo de acuerdo.

El alfa tomó una suave respiración.

- Bueno, creo que lo primero que debería decir es... - Se detuvo, sin saber realmente como comenzar.

- Solo dilo de una vez. - Ánimo. Incluso cuando él mismo estaba conteniendose para no temblar.

- He estado visitando a un psicólogo estos últimos meses. - Confesó.

-¿Al psicólogo? - Preguntó confundido.

Asintió. - Al inicio me negué, pero Liam me convenció. - Suspiró. - Comencé a ir un poco antes de que te fueras, Liam me lo recomendó, dijo que si quería ser un buen alfa, necesitaba buscar ayuda primero. - Suspiró. - Bueno, ya había buscado ayuda antes, pero... Lamentablemente no funcionó. - Soltó una risa nerviosa.

Louis sabía perfectamente a qué tipo de "ayuda" se refería.

Una pequeña sonrisa se formó en el rostro del alfa. - Y para ser sincero, con cada sesión sentía que avanzaba, de forma lenta, pero era un progreso. Cuando te fuiste comencé a ir más seguido, y me dije a mí mismo que si algún día decidías volver, debía estar preparado para tratarte como te mereces. - Se acercó al castaño y tomó las pequeñas manos entre las suyas, mirándolo a los ojos. - Entendí que necesitaba una verdadera ayuda, que ya no podía seguir actuando así, que era inestable y demasiado cambiante. Y aunque no he podido mejorar por completo, te prometo que lo seguiré intentando, hasta llegar a ser el alfa que te mereces. - Prometió.

Louis pudo notar la sinceridad en sus palabras y a través de sus ojos.

Lo observó un tiempo antes de hablar. - Entonces, ¿Ya no me trataras mal?