❝ My Alpha ❞ [Larry]

C I N C O

¿Tardó mucho la actualización?

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Cuando llegó hacia donde el hombre se encontraba lo observó, aunque este si  siquiera mirarlo comenzó a caminar hacia la casa. Louis lo siguió. El hombre abrió la puerta entrando primero el si siquiera esperar al Omega.

Louis había pensado que el sujeto era lo que muchos llamaban un "mayordomo" , pero notó que no era amable y ni siquiera espero a que el entrara primero, debía ser simplemente alguien que trabajaba para el señor Liam y el señor Styles.

El alfa comenzó a subir las escaleras de manera lenta, mientras Louis observaba todo a su alrededor entusiasmado. Las paredes color salmón claro, lor adornos y muebles, todo se veía elegante y caro, tantas cosas que el castaño jamás imaginó que vería en su vida.

-Sube. -Le ordenó una voz gruesa. Volteó para comprobar que provenía del alfa de canas, quien se encontraba a la mitad de las escaleras con el ceño fruncido y una mirada cansa e irritante.

El Omega sólo asintió dirigiéndose a las escaleras y comenzando a subirlas rápidamente. Notó que el Alfa ya estaba en el final de las mismas y apresuró el paso llegando a su lado. Suspiró pesadamente sintiendo el cansancio, observó las escaleras, cuando se dio cuenta de que eran sumamente largas.

-Vamos. -Ordenó en forma tajante el mayor. Louis asintió siguiendolo por el pasillo.

El alfa entró en una habitación que se encontraba al final del pasillo de paredes blancas y adornadas con cuadros extraños ante los ojos del omega.

Este entró tras el encontrándose con una habitación gigante, llena de muebles y más cuadros, muy parecidos a los que estaban colgados en la paredes del pasillo.

-Esta es la habitación del señor Styles, y por lo que el mismo me dijo también será la tuya. -Dijo dándole la espalda. -Así que es mejor que dejé sus cosas en ese armario. -Apuntó hacia un costado, un armario marrón bastante grande, ahí cabía mucha más ropa de la que Louis traía, de eso no había duda.

-Esta bien... -Respondió a penas. Se acercó a la cama y colocó su pequeña mochila encima de esta.

-Y es mejor que no abandone esta habitación hasta que el señor vuelva. -Dijo esto antes de salir y cerrar la puerta detrás suyo.

Louis empezó a sacar sus ropas y a colocarlas en el armario. La mayoría eran arapos bastantes viejos; tenía varios jeans azules y camisas negras.

Decidió que lo mejor era bañarse, no estaba sucio ni mucho menos olía mal, pero se sentía incómodo, quizás era el lugar pero pensó que un baño lo arreglaría todo.

Así que al terminar de orden se su ropa, que no tardó más de veinte minutos, se dispuso a buscar el baño. Observó una puerta color blanca y se acercó a ella, al abrirla se encontró con muchos trajes de distintos colores, lo cerró con delicadeza de no dañar algo y se volteó, llevando su vía hacia otra puerta, pero esta era de un color marrón claro.

Se acercó y al abrirla pudo comprobar que era un baño, pero no uno cualquiera, más bien uno extremadamente lujoso y bien cuidado, limpio y grande en exceso.

Pudo sentir un olor a vainilla y sonrió.

Entró cerrando o puerta detrás suyo. Observó un rato a su alrededor. Había un bañera y a su lado una ducha; un espejo grande s encontraba encima del lavamanos. No entendía la necesidad de tener un baño tan grande.

Se fijó en un cajón y encontró varía toallas, todas blancas. Tomó una y la colgó en un gancho, luego se dispuso a desvestirse.

Cuando estuvo completamente desnudo se miró al espejo, su piel bronceada parecía brillar bajo la fuerte luz; su panza casi plana contaba con una pequeña pancita. Se alejó del espejo y giró la canilla abriendola, y al tocarla comprobó que era agua caliente, por curiosidade abrió la que estaba al lado y de esta salió agua fría. Observó como la tina se llenaba lentamente, y al verla completamente llena se metió.

Una tranquilidad invadió su cuerpo al tocar el agua tibia. Se sumergió completamente y cerró los ojos, dejando que su cuerpo se calmara.

Después de algunos minutos, y de limpiar su cuerpo completamente decidió salir. Envolvió la toalla en su pequeña y definida cintura antes de salir.

Se sentía mucho mejor, más tranquilo, o eso creyó hasta que vio a un hombre alto sacando una camisa del armario. Se detuvo en seco. El hombre tenía una cabellera rizada bastante conocida para el ojiazul.

No sabía si le asustaba más el hecho de que estuviera allí o que no trajera camisa, decidió que la mezcla de los dos le aterraba. Aunque sin poder evitarlo observó su cuerpo, su espalda ancha y hombros anchos, se veía que era fuerte.

El hombre se dio la vuelta conectando su mirada verde con la del castaño.

-Oh, no sabía que ya estabas aquí.-Dijo mirándolo de una manera indescifrable.

Louis observó más de el, su abdomen marcado y fuerte, sus brazos musculosos y sus pectorales. Era grande por donde se lo mirase.

-Yo... -El pequeño no sabía que decir así que simplemente bajo la cabeza. Le temía a ese hombre, lo había tratado mal en la empresa y no sabía que le haría ahora que Liam no se encontraba con el allí.

Harry observó al castaño y no pudo evitar morderse el interior de su mejilla. Ante sus ojos el menor era hermoso, a decir verdad cualquier alfa pensaría eso al tenerlo de frente.

-Esta bien, cambiate. -Quizo sonar amable pero su voz autoritaria y demandante se hizo presente.

Louis asintió levantando su cabeza dirigiendoce al armario, pasando cerca del rizado, sin poder evitarlo apartó la mirada de este sintiéndose intimidado.

Tomó una camisa negra y un jean azul, de los mejores que tenía. Toda su ropa interior era femenina, tomó una de color celeste y teniendo todo en su mano lo colocó en la cama.

Tenía vergüenza, no quería cambiarse frente al alfa, se sentía intimidado y sin ropa sería peor.

Podía sentir la mirada verde quemandole la piel.

El gran hombre pasó a su lado, sosteniendo ropa en sus brazos.

-Si vas a tener tanta vergüenza mejor cambiate en el baño. -Dijo con voz fría dirigiendoce al baño. Cerró la puerta de la misma y Louis pudo respirar tranquilamente una vez más.

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