❝ My Alpha ❞ [Larry]

T R E I N T A Y C U A T R O

A penas vio salir al alfa de la habitación, se levantó, dispuesto a irse.

Necesitaba alejarse de aquella casa y de Harry. No se atrevía a decirle la verdad, no cuando estaba casi seguro de cuál sería su reacción.

Él podía ponerse en peligro, ya lo había hecho al aceptar venir a la casa de Harry, pero no se atrevía a poner en riesgo a su cachorro.

Tenía un pequeño creciendo dentro suyo, y debía protegerlo de todo, esa era su obligación y su mayor deseo.

Se quedó algunos segundos parado frente a la puerta, esperando que Harry estuviese lo suficientemente lejos.

Cuando lo creyó indicado, abrió la puerta sigilosamente, intentando hacer el menor ruido posible, y salió.

Escuchó algunas voces en la entrada, la voz de una mujer se distinguía claramente.

Suspiró. No quería perder su tiempo pensando en cosas que no debían importarle.

Bajó con pasos lentos, por suerte la escalera estaba a bastantes metros de distancia de la puerta principal, así que pudo bajar sin ser visto.

Recordó la puerta trasera. Podía salir por ahí, Harry jamás lo notaría.

Se dispuso a caminar por el pasillo, pasó algunas puertas hasta que divisó la que daba al jardín, aceleró sus pasos, queriendo llegar lo antes posible. Soltó el aire contenido cuando estuve frente a la puerta.

Movió la perilla pero la puerta no se abrió.

Soltó una maldición baja al darse cuenta de que estaba bajo llave. No había pensado en esa posibilidad.

Se quedó parado allí algunos cortos segundos. Buscando otras posibilidades, pero no encontró ninguna que lo convenciera totalmente.

Sin embargo, su única opción, ahora, era esperar a que Harry subiera las escaleras para buscarlo, y entonces correr hacia la puerta principal y huir hasta su casa, donde creía estaría mínimamente "a salvo".

Volvió por el mismo camino, quedándose oculto, pero se acercó lo suficiente para ver qué pasaba en la entrada principal. Pudo notarlo claramente, era una omega la que estaba parada frente a Harry, hablando suavemente.

Hizo una mueca cuando la mujer se acercó al alfa, podía notarlo, estaba coqueteando.

La escena le disgustó. No soportaba ver a otra persona intentando seducir al alfa.

Se volteó. Quería dejar de ver. Quería irse.

Y así lo hizo.

Dio algunos pasos hacia atrás y se metió en una de las habitaciones del pasillo, decidió que esperaría a oír los pasos en la escalera para salir.

Pensaba observar la habitación mientras esperaba, pero cuando estuvo a punto de tomar un pequeño cuadro que estaba sobre el escritorio, escuchó la puerta abrirse. Se asustó.

Se apresuró a esconderse detrás de un armario, en donde suponía no lo vería.

Asomó su cabeza. Era la omega. La vio entrar y dejar unos papeles en la mesa del escritorio. Se quedó algunos segundos ahí, dando vueltas y observando todo.

Cuando se dio la vuelta para marcharse, de pronto se detuvo. Fue abrupto.

Su ceja se levantó y su nariz se movió. Entonces Louis supo que estaba perdido.

- ¿Quién está ahí? - Preguntó. Su tono era brusco. - Ya deja de esconderte, te puedo oler.

El castaño soltó un largo suspiro, maldiciendo mentalmente.