Capítulo 17º.

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— ¿Que es un parásito? Según la primera definición de las lenguas de Oxford; parásito es el que se alimenta de las sustancias que elabora un ser vivo de distinta especie, viviendo en su interior o sobre su superficie, con lo que suele causarle algún daño o enfermedad.Si llevamos esto a nuestra sociedad podemos decir que el parásito es el que se aprovecha de la buena fe de una persona, el que no tiene miramiento para acabar con todo lo que tiene alguien para su propio beneficio, sin importar el daño que pueda llegar a causar; el yonki que roba por un chute más de adrenalina, el vagabundo que cobra pagas del estado sin ningún esfuerzo a querer trabajar, el desempleado, el hijo holgazán. Pero lo que nadie nos dice, es que en la sociedad en la que vivimos, todos somos parásitos, todos nos nutrimos del otro. En el que la alta burguesía se beneficia del trabajador,teniéndolo a su completo servicio, beneficiando su alta clase, su empresa o simplemente facilitando su vida cotidiana. Que ese trabajador también puede llegar a aprovecharse del burgués con la confianza suficiente. Porque sí, en este mundo todos somos ratas que quieren su trozo de mugre, y nadie se quiere quedar sin él, aunque cueste el dolor de otro. No hay lucha de clases, solo lucha.

Un silencio sepulcral inundó todo el aula, todas las orbes que estaban entre esas cuatro paredes, estaban en único objetivo; Luz Noceda. La culpable de aquellas palabras que había dejado en silencio hasta al propio profesor. Y es que nadie se imaginaba que esa chica que se dormía, en las primeras horas de clase, la misma que apenas atendía. Iba a hacer un trabajo oral de filosofía tan... brillante. Y más, habiendo relacionado el Marxismo con tal reflexión con la que había finalizado. La latina no dijo nada, simplemente analizó cada una de las orbes de incredulidad que estaban observándola. Su rostro estaba en la indiferencia total.

Hasta que los aplausos hicieron eco en la sala, un aplauso que le dio el permiso a Luz para volver a tomar asiento al lado de su fiel compañera Willow Park. Ofreciéndole una sonrisa antes de poner su mirada sobre el papel.

Sí, definitivamente Luz Noceda era más que una caja de sorpresa en Hexside, y eso se hizo más que notar. En cuanto la campana sonó, y los alumnos se expandieron por los pasillos, lo primero que notó la latina es un peso sobre sus hombros, el peso de un brazo que recorría su cuello acabando enredándose en él como una boa.

— ¡¿Preparada para el partido de este jueves, Luz?! — Solo podía llegar a ser Gus, el que se colgara de esa manera de ella.

— Por supuesto, Gus, vamos a darle una paliza a los Glandus, ¿sabes que ese fue mi anterior instituto?

— No, no lo sabía. ¿Y cómo son en el campo? — La curiosidad mataba a Gus, ya que desde que Luz estaba en el equipo había llegado a jugar más partidos. No es que antes fueran malos, pero habían institutos mejores como Glandus. El cual tenía fama por ser un instituto de rebeldes, pero con los mejores deportistas.

— No tienen nada que hacer contra nosotros.

Antes de que Luz pudiera seguir subiendo el ego de Gus con su equipo, una chica se interpuso en su camino. Tez pálida adornada con algunas pecas acompañada de un leve carmesí en sus mejillas, delgada al igual que su rostro, sin ninguna curva a relucir, ojos perfectamente delineados sacando más a relucir ese azulado que adornaba y pelo azabache, eran los rasgos más a destacar de aquella chica a primera vista. Entre sus manos llevaba un sobre, uno que estaba pegado al corazón de la chica.

— Hola, Luz yo....— Parecía que el aire le faltaba a la adolescente.

Luz al principio no reconoció a aquella chica, que no sabía cómo, pero sabía de ella, o al menos su nombre. Hasta que las personas de clase anterior le vino a la mente, abriendo sus labios de par en par algo sorprendida, al fin sus neuronas hicieron clip. Por su parte Gus, dejó aquel medio abrazo para acercarse a Willow, que había dejado su lectura para estar atenta a aquella nueva escenas que se interponía ante sus lentes

Instituto Hexside.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora