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El almuerzo de ayer con las chicas había sido muy normal. Solo dialogamos sobre futuros proyectos que ellas querían hacer con nosotros. De Madison y Blake no sabía nada.

Al día siguiente fue el primero en llegar a la empresa lo cual se me hacía raro de Alexander.

Estuve toda una hora en el lobby esperándolo hasta que lo vi llegar con una cara de pocos amigos.

-Por primera vez Alexander Blake llega tarde- intente ser gracioso para subirle el animo

-No me hables, que anoche fue rara- note como cerró sus ojos mientras el elevador subía

De camino a su oficina fuimos en silencio.

Había recibido su sentencia y no quería cargar nada hoy.

-¿Cómo está la promoción?- se sentó en su silla para recostarse

-Eso debería preguntárselo yo- me senté frente a él

-Logró editar todo de nuevo- ni me miró

-¿Qué te preocupa? – esta vez me miró

-Me demandó y quiere a Caitlin- dijo sin más

-Estará loca buscaré su expediente- salí rápidamente de su oficina

Esa no se quedaría con mi hija ni en sus mejores sueños- pensé cabreado

Tenía los contactos necesarios para saber de la expareja de Alexander.

Llamada

-Benítez- dije sin esperar a que me respondiera

-Smith como te ayudo- el era mi detective privado el cual siempre me ayuda

-Necesito de nuevo de los expedientes de la loca de mi pareja- el se rio

El fue el primero que me dijo que Alexander y yo parecíamos una pareja.

-¿Motivo?-

-Demanda a Blake y le quiere quitar nuestra princesa- resumí lo mejor que pude

-Eso me vale para hacerte cualquier investigación- asentí, aunque el no me veía

-Ponle precio a tu trabajo y me lo envías- corte la llamada

Fin de llamada

Tenía muchas cosas que hacer para ayudar a Alexander.

De algunos de los papeles que tenía saque las escrituras de la empresa para que el las tuvieras.

Claramente no habíamos sido idiotas desde un inicio, la empresa estaba a mi nombre así que ella no podía pedir nada de la misma porque legalmente yo soy el dueño.

-Señor Smith- entró mi secretaria obligándome a mirarla

-Si- sonreí

-La señorita Leah lo está buscando- la mire confundido

-Déjela pasar- dije sin más

No teníamos nada de qué hablar.

En unos segundos su imagen apareció en mi oficina.

-¿Qué la trae por aquí señorita?- sonreí mientras ella tomaba asiento frente a mi

-Algo anda mal entre tu jefe y la mía- reí rápidamente

-Cuéntame a ver si te ayudo- me recosté de mi silla dispuesto a abrir la caja del chisme.

-Bueno ayer todo bien hasta la noticia que se desaparecieron los videos, ella me contó más o menos lo que paso ayer en la casa de tu jefe, pero hoy esta de un ánimo que ni ella misma se soporta- reí un poco

Mr. Mark SmithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora