Mr. Mark Smith

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Habíamos llegado a nuestro hotel y en definitiva era el mejor regalo que nos hicieron de boda.

-Se nota que Blake te ama- sonreí asintiendo

-Te dije que si no me casaba contigo sería su esposo – sonreí

-Gracias a dios eres mi marido- negué

-Eres mi amante hermosa- la abrace a mi para besarla

El beso poco a poco fue subiendo de tono.

Poco a poco la fui dejando desnuda frente a mi.

-Eres lo mas hermoso que he visto en mi vida- la admire un poco

-Tu también- ella metió sus manos dentro

Ella me desnudo mientras besaba mi cuerpo.

-Quiero hacerte mía cada día- la bese sonriendo

Poco a poco la acosté en la cama del hotel.

Hacerle el amor era lo mejor de mi vida.

La tenía debajo de mi cuerpo mientras besaba su cuello .

-Mark- gimió mientras se movía debajo de mi

Jamás había experimentado tanto deseo por una persona como con ella.

Coloque mi miembro en la entrada para penetrarla.

Verla debajo de mi disfrutando del momento era lo mejor de este mundo.

Claramente entre nosotros no existía para nada el condon.

-Dios le haces juicio a tu apellido- acaricie su espalda cuando quedamos agotado en la cama

-Bueno pensé que tenías expectativas altas para esta noche así que me instruí en esto- rápidamente la mire

-¿Con quien practicaste?- me sentí celoso

-Con nadie amor, solo leí muchos libros y digamos que algunas de esas novelas eroticas famosas que puedes encontrar por internet- la mire sonriendo

-Me preocupa que si sigues leyendo yo no seré capaz de estar a tu nivel- la bese

***

Los días de luna de miel eran los mejores, pero realmente no estaba cómodo estando lejos de Blake en estos momentos.

-¿Qué haces?- Leah estaba haciendo la maleta

-Odio verte preocupado por Alexander, así que pague un boleto- me miró sonriendo

-Es que eres perfecta- la abrace

-Sé que él no la está pasando bien ahora mismo así que es mejor regresar, necesita de tu apoyo- la tome de sus mejillas y la bese

-Prometo que cada día a tu lado será nuestra luna de miel- asintió sonriendo

-Me disfrute de los días que estuvimos aquí- sonreí

Habíamos logrado estar tres días en donde salimos a pasear, cenas en diferentes lugares que eran muy románticos, hicimos de la cama a nuestro antojo y disfrutamos de este bello paraíso.

-Vamos que estamos tarde- me movió por la habitación

La ayude a guardar todo lo que era nuestro.

Ya no importaba de quién era la maleta sino el hecho de que todo entrara y nada se quedará.

Con ella llegamos al aeropuerto y no podía ocultar como quiera mi preocupación.

Había llamado a Blake, pero no me respondía.