[38]

1.4K 137 19
                                    

***

-¿Por qué esa mala cara amor?- Leah se sentó en mis piernas mientras me daba besos cortos en mis labios

-Estuve dos horas de mi vida oliendo aromas- me quejé

-Pues que bueno porque un pájaro me dijo por ahí que regalaste unas flores a alguien y no a tu esposa- se cruzó de brazos

-Pues ese pájaro debe ser más bien un buitre- intente abrazarla

-¿Por qué le diste flores a Blake?- hizo un puchero

-Porque me lo quieren robar y debo marcar territorio- sonreí

-Pero yo soy tu esposa- negué rápidamente

-Amante mi amor, eres mi amante prohibido- le cante lo último ganándome un golpe de su parte

-Vamos a comer- me puse de pie con cuidado para no dejarla caer

Hoy no quería cocinar y menos quería que ella cocinara tan tarde.

-¿Cómo te fue en tu trabajo?- la mire mientras cerrábamos el apartamento

-Bien, hoy fueron muchas fotos, pero dentro de todo estuvieron bien- sonrió

-Me encanta ver como te emocionas de hablar de tu trabajo- acaricie su mejilla

-Cómo no hacerlo- entrelazo nuestras manos mientras caminábamos

-Te imaginas cómo sería sacarnos fotos de embarazados- sonreí abriéndole la puerta

-Amor- la mire mientras la ayudaba con el cinturón

-Sabes que eso para mi será difícil- ella asintió triste

-Ojalá pudiera lograr que te embaraces con mis hijos, pero lo más que te puedo prometer es un embarazo de otra persona- mire mis manos

-Eso no me gustaría amor- hizo que subiera mi mirada

-Podemos adoptar y seremos igual de felices- asentí para besarla

-Se que es difícil todavía entender, pero haré lo que pueda para que seas feliz- sonrió

Besé por última vez sus labios y di la vuelta al auto para subirme a mi lugar, y conducir.

Cuando llegamos al restaurante era mi momento de hablar con ella.

-¿Qué sucede?- me reí al notar lo bien que me conocía

-Bueno es que pasado mañana debo viajar con Blake y quería ver si puedes cuidar de Cailin- dije nervioso

-Imagino que ya le dijiste que la cuidaría- asentí tomando del vaso de agua que nos sirvieron

-Pues no me puedo negar entonces- levantó sus hombros sonriendo

-Exacto- el mesero me interrumpió

-¿Qué desean ordenar?- mire de nuevo mi menú indeciso

-Para mi esposa una pasta carbonara de pollo y para mi un aguacate relleno de camarones- el asintió mientras tomaba el menú

-Me conoces bien- ella asintió riendo

Cuando llegó la comida comenzamos a hablar mientras hablábamos de cualquier cosa que no fuera del trabajo.

De regreso a la casa ella fue a limpiar la ropa mientras yo limpiaba todo el apartamento.

-Deberías descansar- la escuche detrás de mí

-No te quiero dejar el apartamento sucio- comente para mirarla

-No me pude haber casado con un mejor hombre- sonreí

Mr. Mark SmithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora