Mr. Mark Smith

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-¡MARK!- termine sentado en la cama por el grito de mi suegra

-Ya estoy despierto- levante mis manos

Salí de la cama directo al baño para ducharme.

Blake seguía dormido, anoche nos habíamos dormido muy tarde por nuestra charla de chicos.

Fue bueno después de años poder sanar ciertas cosas que cada uno tenía.

Luego de unos minutos me encotraba arreglado con el desayuno frente a mi.

Mi suegra se había encargado de hacer todo el desayuno y se lo agradezco.

-No sabía que tenía tanta hambre- mire a Jonathan

-Yo menos- se rió

Leo estaba también desayunando con mucha servilleta alrededor de su cuello para que no dañara su ropa.

Estabamos un poco tarde, pero tenía que disfrutar de mi desayuno.

Leo cuando termino se levanto de la mesa dejando su plato sucio ahí.

-Bueno me toca limpiar- me quite mi saco para subirme las mangas y limpiar los platos sucios

-Claro tengo cara de chacha yo- me queje cuando los demás me dejaron sus platos para limpiarlos

Leo al escucharme volvió hacia mi para abrazar una de mis piernas.

-Al menos tu me agradeces- le sonreí

Leo se mantuvo todo el tiempo conmigo hasta que termine.

-Vamos con tu padre- esas palabras hicieron que el corriera hasta la habitación de Blake

-Hola mi amor- sonreí cuando entre a su habitación

El tenía ya su atuendo casi completo.

-No respetas ni en el día de mi boda- lo escuche reise para que luego nos abrazaramos

-Ya me estoy preparando para oponerme- sentí un golpee en mi pecho

-Vale, lo siento- levante mi manos para que me dejara en  paz

Claramente si me opondria a ese matrimoni di mierda, como diria un italiano famoso que ni conozco.

-Amigo- entreo  Jonathan seguido de Adams y Miguel.

-Necesito que ustedes mantiengan calmado a Mark en la boda- me sentí ofendido

-Tranquilo lo tenemos todo bajo control-

¿Qué tenian bajo control?

A mi no era.

-Tengo que buscar mi mochila-

Salí de la habitación en dirección a la de Leo ahí había dejado en la madrugada mi mochila.

-Me opongo, yo me opongo, ¡yo!, me dejo embarazado- practique las diferentes formas de oponerme

Quizás puedo salir de la iglesia y entrar como Shrek corriendo para decir mi frase.

Luego de tener mi mochila baje a la cocina.

Los nervios hacían que comiera y no podía evitarlo

-Andar con tanto hombres es como andar con cinco bebés. Mark que no comas nada más, después te dará dolor de barriga- la escuche regañarme

-Ya todos desayunaron su porción- mi suegra nos señalo

-Pero tengo hambre- me queje

-Comerás en la fiesta ahora al auto- me quito el plato para señalar la puerta