Mr. Mark Smith

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Mark Smith

Terminando de cenar me pidió que me sentara en el sofá de la sala.

-Ahora inicio con el video- susurro mientras se movía un poco nerviosa

Hoy todo el mundo como que estaba nerviosos.

-Esta bien- sonreí para tranquilizarla

Rápidamente el televisor se encendió dejándome ver unas imágenes confusas para mi.

Leah estaba en una camilla acostada.

La busque con mi mirada, pero ella no estaba cerca.

No entendía que pasaba.

Rápidamente al plano apareció un doctor y una enfermera.

-Buenos vengo con dos noticias- se escucho en toda la casa

Luego otro silencio un poco incomodo.

-La mala primero- esa voz era de Madison lo sabía

-Si es lo que desean, entonces hablemos de la mala primero- pauso- la mala noticia es que debes gastar más dinero en citas medicas y en otros gastos- no entendía ni un demonio de que se trataba todo esto.

Mi corazón latía con fuerza.

- ¿Y la buena? – la imagen se enfoco en mi esposa y su rostro era asustado

La imagen se quedo sin sonido y no sabia que pasaba.

Podía ver como Leah caminaba por un pasillo hasta una oficina.

Luego apareció acostada tomando la mano de Madison.

Otro televisor en negro apareció.

No sabia que demonios estaba pasando, pero mi corazón latía con fuerza.

¿Esta enferma? – pensé preocupado

Mi respuesta a esto apareció un ultra sonido.

-Hola papi- leí sintiendo lagrimas salir de mis ojos

No sabía que ocurría en estos momentos

-Estamos embarazados- apareció frente a mi con una ropa de bebé, pero mi cuerpo no reaccionaba

Mi mente estaba en blanco.

-Amor- no podía asimilarlo

Soy estéril.

-Soy estéril- susurre pasando mis manos por mi cabello

-P*ta que soy estéril- me levante cabreado de mi sofá

-Dime la verdad- la mire llorando

-No es mío – la señale

-Solo estuve contigo- sollozo

-Es que no- camine de un lado a otro

Sentía como mi respiración se entrecortaba

Me senté contra una pared.

Llevo años siendo estéril para que ahora resulte que la deje embarazada.

-No puede ser- solloce con dolor

-Amor- ella intento que la mirara, pero no podía

-Mírame- la escuche sollozar

No quería lastimarla, a ella no.

Cuando la miro su rostro tiene felicidad y tristeza al mismo tiempo.

-Se que no es algo normal, pero así se dieron las cosa. Te juro que solo estuve contigo esto no es de otro hombre debes creerme. Para mi también fue difícil aceptarlo- sollozo rompiendo mi alma.