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Al día siguiente estaba en la oficina con dos secretarias histéricas en mi oficina.

-Primero se me calman las dos, segundo no he tomado mi puta taza de café así que hoy no soy el Mark feliz y tercero – pause - ¡COMO QUE BLAKE NO LLEGÓ! - grite cabreado

-Al parecer se tomó el día libre- dijo Isabel mientras yo negaba

-Es que no es posible, hoy tenemos una de las reuniones más importante de la empresa- dije desesperado

-También le devolvieron el documento del cambio de dueño ya que falta un sello- cerré mis ojos para sentarme en mi silla

-Bueno veo que Blake no llegare y hoy tengo dos secretarias- suspire

-Veamos cómo organizamos todo en 10 minutos- mire mi reloj

-Bueno primero tiene unas llamadas con los socios de Argentina, Colombia y Chile- dijo Isabel

-10 minutos después tiene una reunión virtual con la empresa que se encarga de transportar los perfumes por Estados Unidos- asentí

-Ahí tiene 20 minutos de descanso para ir hasta el departamento de envases para verificar que todo esté bien, luego pasa al área de la fragancia para probar la versión final y por último revisar el empaque- volví asentir

Mi cabeza ya quería explotar.

Ellas continuaron organizando mi día y no tenía nada de descanso.

-Perfecto entonces iniciemos y si es posible un café doble – sonreí sarcástico

Ellas salieron corriendo de mi oficina.

Encendí mi ordenador para comenzar con mi miserable día.

Odiaba que Blake realizará esto cuando el día era muy importante.

Como era de esperar al encender mi ordenador lo primero que salto es la invitación a la reunión.

-¿Me escuchan y me pueden ver bien?- sonreí

-Si- escuche como respondía

-Lo primero antes de iniciar es que me disculpo porque el señor Blake no puede estar, pero estoy yo Mark Smith vicepresidente de la empresa- dije con una sonrisa

-Es un placer- dijeron todos

Así dio inicio a mi martirio.

Mis secretarias entraron en silencio para dejarme mi taza de café

Isabel se quedó para tomar nota de la reunión como siempre hacía.

Entre cada reunión mis secretarias se intercambiaban.

El peso de la empresa solo en mis hombros era mucho para mi.

Eran las 2 de la tarde y yo no había podido almorzar nada.

Solo tenía el café de la mañana.

-Señorita Grey como le dije el señor Smith no puede atenderla- le explico mi secretaria

-Gracias, yo me encargo- dije pasando mi mano por la cintura de ella

-Almuercen algo rápido para continuar- me referí a mis secretaria

-Ven- la lleve al interior de mi oficina

Ambos nos sentamos en el sofá.

-El rumor de que no has almorzado me llego así que te traje comida- sonrió mostrando una bolsa

-Gracias- sonreí mientras la abría

-Tengo demasiada hambre- sonreí nervioso

-Tranquilo come- sonrió

Mr. Mark SmithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora