Mr. Mark Smith

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De camino a la empresa los tres íbamos en silencio mientras que la canción de baby shark torturaba mis oídos.

-Papi ¿Qué son potros? - mire rápidamente a mi ahijada

-Son los caballos bebe que son salvajes cuando corren- respondí rápidamente

-No soy salvaje- hizo un puchero para llorar

-Si lo fuiste porque te caíste corriendo- señale la venda de su rodilla

En un segundo mi abdomen fue golpeado.

-Eso es jugar sucio- susurre sin aire

-Juro que te matare Smith- sentenció con su ceño fruncido

No se porque, pero verlo así significa mucho para mi.

-No le hagas caso princesa, parece que tu tío se comió un payaso en sus vacaciones- sonreí

Si supieras que realmente me comí- pensé

-Eres malo- mire triste a mi sobrina

-Cailin- Alexander la regaño rápidamente

-Lo siento tío, te amo- estiró una de sus mano la cual tome rápidamente

-Te amo más hermosa- sonreí

Realmente el pensar que ella pudiera odiarme rompía mi alma en mil pedazos.

Mi pequeño rayo de sol no podía odiarme nunca.

Ella sería lo más cercano que yo tendría de un hijo.

- ¿Te llevo a la empresa o a tu casa? - dude un poco

-A mi casa no tengo auto en la empresa se lo dejé a mi esposa- dije con cierto orgullo

Se que le podía doler de cierta forma, pero debemos sobrepasar este momento juntos como siempre.

Los próximos minutos me uní a la tortura de baby shark para sacarle sonrisa a mi sobrina.

-Adiós mi princesa- me despedí de Cailin cuando se detuvo frente a mi casa

Me quité mi cinturón y crucé hasta la parte de atrás para besar su frente.

-Amor, adiós- bese rápidamente la mejilla de Alexander

-Mark- bajó el cristal riendo

Así que quería verlo.

-Nos vemos después- me despedí para entrar a mi apartamento

Al entrar el olor a limpieza era nuevo para mi de cierta forma.

El apartamento se veía mucho más grande.

-No entiendo porque tantas cortinas- apareció ella quejándose

-Hola amor- la tomé de su cintura para besarla

-Si te molestan las podemos quemar- sonreí

-Es que no entiendo porque tanta oscuridad en la casa- subí mis hombros

-Salgo en ocasiones cuando el sol no ha salido y regreso cuando ya se oculto- su mirada fue rara

- ¿Qué pasa? - ella colocó ambas manos en mis mejillas

-Ahora tienes una esposa que te espera en casa, no trabajes hasta tarde- asentí sonriendo

- ¿Cómo está Alexander? - me soltó para irnos a sentar en el sofá

-Pues lo encontré llorando – ella me miró sorprendida

- ¿Alexander? - asentí

-Se que es difícil de creer, pero el es un tipo de persona que las cosas lo lastiman mucho así que será un proceso difícil para sanar- levante mis hombros