Capítulo 21

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Fingir que me encontraba bien estaba bien, pero que me sintiera de esa forma ya era avaricia

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Fingir que me encontraba bien estaba bien, pero que me sintiera de esa forma ya era avaricia.

El día no había podido comenzar mejor que nunca, la alarma se retrasó y no me levanté a tiempo. Era muy tarde para poder asistir a clases y eso solo me llenaba de enojo e impotencia porque el muy listo de Joseph Williams debió pensar que fui una cobarde y me quedé lamentándome en mi casa.

Lo que le siguió a eso fue la gran caída de la taza de café en mi pantalón blanco, además de que me quedara manchado la piel se me puso pegajosa y tuve que lavarme el cuerpo nuevamente y cambiarme por otra ropa. Parecía vagabunda ya que solo vestía con unos tenis desgastados, una licra de deportes con algunos hoyos en las rodillas y una sudadera extremadamente grande. Además que el moño desaliñado hacía un estupendo trabajo.

Luego de eso cuando volví a bajar nadie estaba en casa, por lo tanto, con mis hermosos ahorros pagué un Uber con dirección al consultorio, ya había llamado y me podían cambiar la hora de consulta.

Todo iba bien hasta que el maldito hijo de fruta del taxi se equivocó de calle y me tomó caminar dos calles hasta llegar al edificio donde se situaba el consultorio. Al subirme en el ascensor la señora de la limpieza se le cayó el limpiapisos en mis zapatos —hermosamente— desgastados.

En fin, eso había sido todo por el momento. Solo era de esperar qué más deparaba el día.

Se me olvidaba, era también el día de la muerte de mi padre. Todo casual, ni un poco de dolor.

—Ha sido una bomba en tu vida, Grace —concluyó Louisa luego de que le contara todo—. Me siento orgullosa de como sobrellevaste la discusión, fue muy maduro de tu parte.

—Gracias, pero creo que como psicóloga no deberías decirme esas cosas —reí un poco.

—Es bueno felicitar a mis pacientes cuando han hecho bien las cosas —me sonrió y yo suspiré—. Sobre tu madre, creo que es mejor que hables calmadamente con ella. Debe de tener una explicación.

—A lo mejor sí, pero me dolió mucho, Louisa —cerré mis ojos y me acomodé en el sofá—. Yo no entiendo qué hago siempre para salir lastimada en todo.

»Siempre trato de ser honesta, estoy cuando me necesitan y cuando no. soy amable con todos y siempre, pero siempre doy mi corazón. ¿Qué hacen todos? Lo estrujan dejándome sin latidos. ¿Qué he hecho mal?

—Algunas veces no valoramos a los demás y sin saber los dañamos —anotó algo en su cuaderno—. Debes saber, Grace, que todo tiene una explicación. Sea buena o mala, pero la tiene.

—Muchas de las explicaciones lastiman.

—Pero es una verdad, todas las verdades pueden llegar a dañar en algún momento. Pero es mejor que la hipocresía y la mentira.

—Preferiría que me mientan con tal de estar feliz por una vez.

—No es bueno porque te dañas a ti misma —suspiró como si ya no pudiera conmigo. Yo tampoco podía seguir conmigo en algunos momentos—. ¿Cómo te sientes luego de hablar?

¿Nos enamoramos? [Mer]✔ #DreamsAwards2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora