¿Nos enamoramos? [Mer]✔ #DreamsAwards2021

EPÍLOGO

Me acomodo mejor en la silla del café donde estoy esperando a mi invitado especial. Me alegra y aterra un poco a la vez que hubiera aceptado cuando se lo propuse y realmente me sorprendió mucho, bastante ha decir verdad. Pero sé que es necesario para cerrar este capítulo de mi vida y seguir con la historia.

Veo mi celular respondiendo algunos comentarios de mi historia y reviso algunos correos. La silla delante de mí se mueve y la sombra que se cierne ante mí me hace saber que ha llegado el momento de hablar. Tranquilamente tomo un sorbo de mi café y respiro hondo tratando de mantener la calma.

Mierda, moriré de un ataque al corazón.

Levanto mi vista y lo veo a él.

Está más cambiado que la última vez que lo vi. Lleva una camisa manga corta celeste de botones, unos jeans azules y las botas cafés de siempre. Su cabello negro va un poco más largo y... Mierda, sus ojos, mis ojos.

Mi padre.

Leonard Jones, el hombre que fingió su muerte porque no sabía cómo mierda decirnos que le era infiel a mamá y ya tenía una nueva familia donde nosotras no somos bienvenidas.

—Tanto tiempo Leonard —digo bloqueando mi celular y dejándolo sobre la mesa. El hecho de que diga su nombre lo impacta—. Supongo que si leíste todos los correos por eso estás aquí hoy.

¿Ustedes se preguntarán cómo nos logramos reencontrar? Bueno, déjenme decirles que durante todo este tiempo yo había dado a mi padre por muerto cuando le enviaba correos electrónicos a su cuenta pensando que así me sentiría un poco más cerca de él aunque aunque ya no estuviera y sucede que al muy estúpido de mi padre se le ocurrió responderme, justamente el día que pensé que Leonard Jones sí había muerto.

Maldito sea el día que pensé que estaba muerto.

—Grace... mi niña —dice con voz temblorosa, sus ojos se cristalizan y se me parte un poco más el corazón—. Yo...

Mi niña, eso era cuando de verdad te admiraba.

—No te molestes en disculparte, ni pienses hacerlo —me rio secamente—. Ya no tiene caso hacerlo ¿sabes?

—Es complicado...

—¿Era complicado decirle a mamá que ya no sentías nada por ella? —lo corto abruptamente—. ¿Decirle que le eras infiel? ¿Era complicado eso? ¿Lo era?

Dentro de mí está ardiendo un demonio que necesito controlarlo si no quería hacer una escena en medio de una cafetería. Me siento dolida, herida, traicionada, estúpida y probablemente más adjetivos.

Pero... ¿Cómo mierda voy a estar tranquila si mi padre, el que se suponía que estaba muerto, no lo está? Simplemente no puedo, no puedo. Pero ahí estoy yo, siendo una guerrera valiente como lo decía mi padre.