Me gustaban las salidas con mis amigos, me encantaban porque sentía que era un remedio para cualquier cosa. Estar con ellos siempre significaba risas y alegría. En aquel momento quizás no eran tantas alegrías.
Lucy iba con nosotros a nuestra hermosa salida. Iba como sanguijuela pegada a él mientras que se veía patética haciendo muchas fotos, tomaba una foto de todas las cosas que se le cruzaran, además de hacer constantemente stories de Instagram.
Y yo no era la única cansada de ello.
Paige y John ponían una mueca de asco —hasta en eso se parecían—, Adrien no le tomaba tanta importancia, Carter soltaba risitas y yo, bueno yo veía lo incómodo que se veía Jo.
—¡Hey Lucy! —la llamé y ella se dio la vuelta para verme—. ¿Puedes parar? Es que no creo que necesites taaaantas fotos, además te quedarás sin espacio.
—Gracias por preocuparte Grace —mi preocupación por ella llegaba hasta mi conocimiento en matemáticas, era nulo—. Pero no te preocupes, mi celular tiene suficiente memoria.
Me dio una sonrisa burlona y siguió tomando fotos.
A mí no se me había olvidado lo que pasó en la casa de Joseph, seguía teniendo aquel pequeño enojo.
—Deja de tomarme fotos, por favor. —Ese fue Jo en un nivel de enojo leve, más como un fastidio—. Para por un momento.
—Bueno.
Seguimos caminando por la calle hasta cruzar a la derecha para adentrarnos en un callejón. La puerta del local de los bolos no quedaba a la vista de todos ya que era una especie de lugar secreto no tan secreto.
Iba caminando sola, detrás del grupo viéndolos a todos. No fue hasta aquel momento después de haber ido incontables veces a ese boliche que me di cuenta que en la pared del frente había un grafiti enorme con dos nombres en él.
Iba a acercarme para poder comprobar si en realidad eran los nombres que yo creía, pero la voz de Paige llamándome me distrajo.
Me alejé y entré en el local del boliche, todo era de luces de colores. Era un lugar oscuro el cual solo estaba iluminado por las luces que hacían sentir como si fuera una disco. Las bolas de cristal daban resplandores. Cada quien pagó su entrada y agarró los zapatos de su talla.
Entramos en el área donde habían algunas máquinas de juego y los carriles para cada mesa o grupo correspondiente.
Pedimos muchas ordenes de papas y bebidas, irónicamente fue Coca-Cola. Elegimos los turnos y los colocamos en la pantalla para poder ordenarnos. Nos sentamos para esperar ya que primero fue el turno de Lucy.
Ella, como niña pequeña y caprichosa cuando la bola se fue en el carril auxiliar se cruzó de brazos y fue a pedirle a Joseph que la abrazara porque se sentía triste por haber fallado.
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¿Nos enamoramos? [Mer]✔ #DreamsAwards2021
Novela Juvenil¿Qué sucede cuando tienes un enamoramiento por tu mejor amigo? Yo lo sé muy bien; es todo un desastre. Grace Jones es divertida, callada y algunas veces tímida. Tiene un gran amor por los libros, bueno, podría decirse que es lo más cercano a su feli...