Capítulo 31 (Parte 1)

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Las luces de la habitación fueron apagadas hace rato, todo se encontraba en silencio

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Las luces de la habitación fueron apagadas hace rato, todo se encontraba en silencio. Me removí una vez en mi lado de la cama quedando con la vista al techo. Todo estaba a oscuras pero la luz que entraba por el balcón hacía que Jo a mi lado tuviera una leve iluminación.

Yo sabía que si me movía un poco más lo podría llegar a rozar y si giraba mi rostro me encontraría con la mirada de Jo, porque sí, ninguno de los dos ha podido conciliar el sueño después de lo que sucedió.

Quedó una pequeña tensión entre nosotros que nos hizo actuar un poco raros y torpes.

Suspiré y contra todo pronóstico que yo tenía estiré mi mano y tomé la suya.

—¿Qué nos está sucediendo? —pregunté y él entrelazó nuestros dedos—. Nosotros no éramos así.

Seguí viendo fijamente al techo como si me fuese a dar respuestas, quizás después de todo él sí se había logrado dormir.

—Hemos evolucionado Grace —respondió y trazó leves caricias sobre mis nudillos—. Sabes que está ahí, yo lo siento y sé que tú también. Solo debes decirlo.

—Tengo miedo —admití y giré mi rostro para estar frente a frente con él, aunque no pudiera verlo sabía que me estaba viendo fijamente—. Yo de verdad tengo miedo, Joseph.

—Y yo igual Grace.

Él se sentó en la cama y luego se puso de pie caminando en círculos por la habitación, yo me levanté hasta estar frente a él y tomarlo por los hombros para que se detuviera. Lo hizo y sentí que algo no me estaba diciendo. Lo notaba extraño, indeciso.

—Oye, me puedes contar lo que sea Jo...

La oración se desvaneció en el aire cuando él presionó sus labios sobre los míos.

Mi mundo se paralizó completamente por la emoción, el miedo y el loco sentimiento de...

¡ERA MI PRIMER BESO!

Era mi primer beso y Jo me lo estaba dando, sus labios eran suaves y un poco húmedos. Se sintió muy extraño, yo apenas sabía cómo se daban los besos. Cerré mis ojos disfrutando de la sensación extraña y nueva, él movió sus labios tentativamente y yo traté de seguirle el ritmo a un paso lento. Dejó al menos tres presiones suaves sobre mis labios. Abrí mis ojos cuando sentí que ya no me seguía besando.

Mi estómago era un revoltijo que sentía que en cualquier momento yo podría llegar a vomitar. Todo se sentía de una forma diferente, era inexplicable.

Mi corazón seguía latiendo desenfrenadamente, mis manos sudaban un poco y mi respiración era errática. Me sentía como una masa más en el mundo, acababa de perder todo el conocimiento que tenía.

—Lo siento... yo... Mierda —dijo finalmente en voz baja, pero sin alejarse de mí—. ¿Grace?

—No te disculpes —no sé de dónde mierda encontré mi voz, pero ahí estaba yo hablando—. Fue... fue un pequeño... ¿error?

¿Nos enamoramos? [Mer]✔ #DreamsAwards2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora