Al día siguiente Meghan se despertó con la novedad que Axel se quedó, es más, Tony había ordenado que le adecuaran una de las habitaciones que quedaban en el complejo.
Meghan sabía que Tony adoraba a su amigo, era parte de su pequeña familia y eso no era algo que le molestara, todo lo contrario.
— Buenos días, preciosa, te despiertas un poco tarde para entrenar — saludo Axel quien estaba ya preparado.
— ¿Entrenar? — preguntó Meghan dormilada.
— Así es, Tony adecuó uno de los gimnasios, la instructora está por llegar, así que come rápido y cámbiate — mencionó.
Meghan sonrió ampliamente y comió dos tostadas con fruta para ir rápidamente a su habitación a cambiarse.
Axel estaba fuera del gimnasio, había decidido ir por agua para el y su amiga pero, realmente ver bailar a Meghan era todo un espectáculo.
— Guao, realmente es la mejor bailarina que he conocido — sonrió Natasha, quien pasaba por ahí junto con Steve.
El primer vengador quedó embobado.
— ¿Es grandiosa, no? — preguntó Axel mirándola.
— A Steve le comió la lengua el gato — bromeó Natasha.
Steve sonrió ante lo que dijo su amiga, pero no perdía detalle de lo que hacía Meghan, era increíble la coordinación que tenía, sus piernas, sus pies, sus brazos y sus expresiones, realmente sentía la melodía.
— Entren, a Meghan siempre le ha gustado tener público — dijo el pelinegro.
— Stark tenía que ser — respondió Natasha entrando detrás de Axel.
Minutos más tarde al término de la clase, la instructora empezó a realizar correcciones.
— Meghan, en general, estoy sorprendida con tu nivel — alagó la mujer — tienes que cuidar tus líneas, tus brazos y piernas deben de estar alineados siempre.
Meghan asintió mientras tomaba agua.
— Axel, por tu parte, la técnica es fundamental, trabajaremos en sus correcciones — mencionó la instructora para retirarse.
— Yo no encuentro error en ti — negó Natasha — tus brazos y piernas están alineados.
— Tuve un error durante la rutina que nos puso — suspiro Meghan — me desconcentre.
Steve sonrió disimuladamente, sabia que el fue parte del motivo por el cual la chica tuvo ese error.
— Axel, acompáñame a terminar parte de mi entrenamiento, creo que tú y yo estorbamos aquí — bromeó Natasha, saliendo del gimnasio con el pelinegro riéndose.
Steve sonrió negando con la cabeza, pero internamente agradecía que se fueran, tenía que poner las cosas claras con Meghan de una vez por todas.