Los Ángeles, California
Al otro día por la mañana, Meghan se despertó quedando con Alexander en verse en el vestíbulo principal del conservatorio, quería despedirse rápido para que no doliera tanto.
- Hey Stark - le gritó mientras corría en dirección a la chica.
- Hola Alex - lo saludo con una sonrisa de lado - tengo que hablar contigo...
- Wow, una chica nunca me había dicho esas palabras - bromeó el chico con una sonrisa que desapareció al momento en que vio como Meghan bajaba la mirada - ¿Todo bien?
- En realidad, creo que no - suspiró - es decir, contigo todo estaba más que bien es que yo... yo no... - tomo aire - me voy a mudar a Nueva York por tiempo indefinido.
Alexander se quedó en silencio observando a Meghan, sin pensarlo más, la tomó de la mano jalándola hacia el, para poder abrazarla e intentar tranquilizarla.
- ¿Y eso? - preguntó mientras aún acariciaba su cabello.
- Problemas familiares, mi hermano me necesita ahí y no puedo dejarlo pasar, realmente espero que lo entiendas - mintió a medias la pequeña Stark, aún entre sus brazos.
- Entiendo, supongo que si tu hermano vino por ti - empezó a decir el chico - es porque de verdad te necesita...
Meghan se separo de el para mirarlo una vez más, se quedaron así unos minutos, en silencio y observándose mutuamente.
- No se como fui tan tonto y no te pude ver antes, eres hermosa Meghan - murmuró acariciando su mejilla con delicadeza.
Ella suspiró en respuesta a lo que le había dicho el chico, que por mucho tiempo, fue un imposible para ella, hasta ahora, pero lastimosamente el destino no los quiere ver juntos, al menos no ahora.
- Espero volver pronto - respondió.
- Los Ángeles no será lo mismo sin ti, Stark - mencionó sonriendo hacia la chica - vuelve pronto o tendré que ir a Nueva York por ti.
Meghan sonrió tristemente, dejando salir una de las lágrimas que ya se habían acumulado en sus ojos, Alexander solo pudo abrazarla, así estuvieron por varios minutos, hasta que llegó el momento de que ella fuera por sus cosas para irse con su hermano hacia Nueva York.
Una vez en su dormitorio, la castaña estaba en espera de su Tony, para llevar todo el equipaje que tenía ahí hacia el quinjet.
- ¿Todo listo? - le preguntó él una vez que llegó a su dormitorio para ayudarla.
- Vámonos - respondió desganada tomando parte de su equipaje.
El portador del traje de Iron Man no pudo evitar sentirse culpable por el estado de ánimo que tenía su hermana, si el no hubiese creado ese Robot, ella seguiría con su vida como hasta ahora, en cierta forma se sentía el peor hermano en esos momentos, Meghan era infeliz y no había otro responsable que el. Subieron las maletas y el resto de las pertenencias de la chica a la camioneta que los llevaría a donde El Capitan y Romanoff los esperaban con el quinjet listo para partir. Una vez en el auto, Tony dirigió su mirada hacia la chica, quien se encontraba con su mirada en la ventana.
- Siento mucho haberte obligado, prácticamente a venir - se disculpó tomándole la mano a Meghan - Lo que quieras, lo que necesites para hacer más placentera tu estancia en Nueva York, pídemelo.
- No me obligaste - dijo la chica - yo decidí venir contigo, eso era lo correcto, ya no te hagas la victima - bromeó para cambiar el ambiente - aunque puedes compensarme con una buena academia de danza.
Tony soltó una leve carcajada, asintiendo para finalizar la conversación, minutos más tarde, ya se encontraban donde estaba el quinjet con los demás esperando. El chofer se apresuraró a bajar todas las pertenencias de la chica del auto y subirlas, Meghan bajo del auto para dirigirse a donde estaba Romanoff.
- Hola preciosa, ¿Cómo te encuentras? - le preguntó dándole una mirada comprensiva, imaginándose lo difícil que debía ser para la castaña este cambio.
- He tenido días mejores - sonrió un poco más animada.
Una vez todo listo, los 4 subieron al quinjet para tomar su rumbo hacia Nueva York con el resto del equipo. Tony colocó el piloto automático con el que contaba la nave y se dirigió con los demás.
- Bueno Romanoff, no te la voy a presentar porque ustedes son prácticamente incondicionales - Mencionó rodando los ojos, haciendo que las chicas sonrieran en respuesta - Capitán - hablo dirigiéndose a Rogers - Ella es Meghan Stark, la chica que frustro mis planes de ser hijo único y el mejor regalo que mis padres me han dado - sonrió mirando hacia ella.
Rogers dirigió su mirada hacia el miembro más joven de la familia Stark, sonrió en dirección a ella y alzo su mano para saludarla.
- Un placer conocerla, señorita Stark - saludó amablemente el capitán.
- Así que tú eres el gran súper soldado del cual siempre hablaba mi papá - empezó a decir mientras estrechaba la mano de Rogers - un gusto capitán, yo soy el secreto mejor guardado de la familia Stark - devolviéndole la sonrisa - y también el miembro más bonito...
Steve río un poco con la respuesta de Meghan, internamente pensaba ¿cómo es posible que se parezca tanto y a la vez sea tan diferente a su hermano?, de lo que no le quedó duda es que era muy hermosa, ahora comprendía las veces que Tony desaparecía para viajar a California, y las llamadas que realizaba lejos de todos para no ser escuchado.
- Sigue soñando, mocosa - respondió Tony rodando los ojos.
Mientras Tony y Steve iban hablando sobre temas referentes a Ultrón y como detenerlo, Natasha y Meghan se sentaron aparte de los dos chicos, poniéndose al día de sus vidas.
- Mírate nada más, estás muy hermosa - sonrió Romanoff alagando a la pequeña Stark.
- Hago lo que puedo, ya los extrañaba - respondió abrazando a la rusa.
- Por cierto - empezó a decir Nat - Que buen espectáculo el de anoche y que guapo chico - bromeó, sonrojando a la castaña - me siento muy orgullosa de ti, nos vamos a divertir en Nueva York, Meg.
- Es un gran chico - mencionó mientras ponía una sonrisa de chica enamorada en su rostro - pese a que Axel no opina lo mismo, en verdad Nat, estoy muy enamorada de él, lo voy a extrañar.
- Bueno, sé qué no podré convencerte con nada - contestó la rusa volteando su mirada hacia ella - pero Nueva York es increíble, hay muchos chicos guapos pero también sé que a Tony le haría bien tenerte ahí con el, en verdad, agradecemos que hayas venido a apoyarnos, necesitamos la ayuda del miembro más inteligente de la familia Stark y ese no es Tony.
- Ya veremos al llegar que desastre ocasionó mi hermano - sonrió negando con la cabeza Meghan.
El resto sea camino fue así, iban platicando, bromeando y riéndose, todo parecía indicar que la estancia temporal de Meghan iría de maravilla, pero quien sabe, mucho puede pasar durante el tiempo en que ella esté ahí.