Capitulo IV

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𝐼𝑉

🌊

Pijama, helado, películas, una combinación perfecta y de las que más me gustaban.

Me merecía un descanso después de una larga semana llena de proyectos de Química, Historia, Artes. En fin, fue una larga y pesada semana.

Pero volviendo al tema de la combinación perfecta o como yo lo llamaría PHP.

Oh si.

Pero—lo se, siempre hay un pero—a mi abuelo no le gusta tanto que digamos, el dice que salga y haga amigos.

No gracias.

—Hola, ¿todo está bien?—preguntó mi abuelo entrando a la habitación.

Mi abuelo, es una de la mejores personas que hay en mi vida. El me ha ayudado a superar poco a paco la muerte de mi mamá y lo de mi padre. Quiero que sea ¡eterno!. Lamentablemente las cosas no son así.

Pause la película, me senté en la cama—Hola abuelo, y si todo esta muy bien.—le mostré una cálida sonrisa.

Solo espero que no me regañe por estar todo el día en la cama.

—Pedí algo para que comas, es más como un postre. Hoy saldré a las fiestas de la playa. ¿Estas lista para el Sábado?. Tu tía Aurora se ofreció para que vayan a comprar un vestido para el Sábado, no te vendría mal ir.—me miró con una amplia sonrisa.

El sábado...seria buena idea.

¿Y si voy?

No me haría mal.

—Espero que te diviertas mucho abuelo y creo que no me haría mal ir por un vestido para el Sábado.

—Bien, recibes el postre.—salió de la habitación pero al segundo se volvió asomar—¿Estas segura que no quieres ir?—preguntó.

—Muy segura abuelo, tu diviértete—aseguré dedicándole una sonrisa a lo que el me la regresó.

En cuanto el postre...salí en pijama y con mis pantuflas de ovejita. Al fin de cuentas el que me vería solo seria ese momento y ya, seguro ni se acordara la chica de pantuflas de ovejita.

—Hola, una orde...¿Nos toparemos siempre no es así Mar?.

Oh no.

Si, el es Chris.

—Creo que si,—contesté alzando los hombro—¿Cuánto va hacer?—recibí el postre que venia en una cajita.

—70— le entregue el dinero—Gracias y que tenga un buen día señorita pantuflas de ovejitas—hizo una reverencia, a lo que yo solté una carcajada.

—Supongo que gracias—dije con una sonrisa sin separar los labios—No veremos mañana es la escuela chico castaño.—cerré la puerta de la entrada.

Ese Chris.

🌊

—!Mar!,!Espérame!.

Voltee a ver quien gritaba, hasta que la pude ver entre todos los compañeros a mi prima Cecilia.

—Hola Ceci—le dediqué una sonrisa.

—¿!Te enteraste de la fiesta en la playa¡?, ¡Es este Sábado!, tenemos que ir a ver los vestidos., y tienes que ir. —exclamaba, moviéndome los hombros.

En la orilla del marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora