Capitulo XVIII

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𝑋𝑉𝐼𝐼𝐼

🌊

—Mar, Mar, tierra llamando a Mar Deyan.

Me tendría que ir.

Me encontraba en el jardín de la escuela, más específicamente, en unas mesas que había en el jardín. Estaba con Adrián ya que estábamos esperando a mi querida prima y a mi querido Chris.

Él me sostuvo de los hombros y me miró.

—¿Ocurre algo?

—No, nada—respondí volviendo a la realidad.

—Ajá, nada. Anda, dime que tienes.

—Bien, ayer por...—Iba a iniciar pero la voz de Ceci se hizo presente.

—¡Adrián!—Ceci lo llamó .

—Ahora vuelvo, pero me contaras—él se levantó y fue directo con Ceci.

Suspiré.

Ese día sería un poco largo ya que Ceci se empeño en hacer una fiesta por mi cumpleaños. Así que la tenía que acompañar a comprar muchas cosas, entre una de esas cosas es ropa. Pero también me serviría para distraerme un poco.

Pero no estaríamos solo nosotras dos, si no que también iban acompañarnos los galanes. Lo cual agradezco pero a la vez me pone nerviosa.

—Volvimos—anunció Ceci mientras llegaba a la mesa y la pareja tomó asiento enfrente de mi.

—¿Mar y si hacemos una temática para tu fiesta?—preguntó Ceci—Podría ser de Dioses griegos o como una gala o de los 60's, otra opción es una fiesta marinera...—se quedó pensativa, hasta que en su rostro se trazó una enorme sonrisa—Ooh ya sé, una fiesta en un barco.

—Solo puede ser una cena sencilla, invitaré a unos amigos y ya—dije con tranquilidad mientras le restaba importancia a lo de las fiestas.

—No, no y no—negó—Tu vas a festejar tus 18 a lo grande, no todos los años se cumple 18 años Mar. ¿Tu que opinas Adri?.

El pobre Adrián no sabía que decir—Opino qué... si deberías hacer una fiesta.

—Hola—la voz de Chris se hizo presente en la mesa.

—Llegas tarde hermano—le comentó Adrián con una sonrisa divertida.

—De echo no, ustedes mandaron mensaje que a las 2:30 nos veríamos aquí—explicó tranquilamente— Más bien ustedes llegaron más temprano de lo acordado.

—Tienes todo la razón, ahora no hay tiempo que perder—Ceci se levantó de su lugar, y empezó a caminar a la salida.

🌊

—No, no, ¿es enserio?

—Pero es lindo.

—Sexy y lindo son dos cosas distintas—explicó con poca paciencia—y lo que buscamos es algo sexy.

—¿Es necesario?

—Si, muy necesario—agarró otro vestido—Pruébate este y yo me pruebo este—alzó otro vestido.

Las dos entramos a los vestidores dejando a Chris y Adrián afuera en otra tienda.

El vestido que me dio Ceci, era de color vino, que tenía en la parte del pecho tela trasparente con encaje del color vino con dorado, el vestido era largo y se a gustaba perfectamente a mi cintura. Me observe en el espejo y realmente me gustaba como me veía.

—¿Lista?—preguntó Ceci desde afuera.

—Lista.

Salí y vi a una Ceci asombrada.

En la orilla del marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora