Capítulo XXIV

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𝑋𝑋𝐼𝑉

🌊

Chris Taylor

Abrir los ojos y verla en mis brazos sin duda era una de las mejores sensaciones que había tenido en toda mi vida. Sin creer que ella estuviera conmigo, con cuidado me incline y le bese la frente. 

En ese momento fue donde la admire mejor, el color claro de su rostro lo acompañaba con sus no tan carnoso labios que me gustaban besar. Su nariz delgada y fina, su hermosas pestañas y su cabello que no era tan ondulado. Amaba cada parte de ella. No solo su físico sino que su forma de ser me enamoro completamente.

Con todo el amor de mi corazón, le susurré lentamente:

—Haré todo para verte brillar.

Le quité un mechón de cabello que tenía en la cara.

No tarde tanto para volverme acomodar a su lado. Pero tampoco tarde tanto en sentir que Mar se removió en la cama y me abrazó, eso me hizo trazar una sonrisilla. 

—¿Estas despierto?—vi como solo abría un ojo.

—Depende para que sea—respondí con la misma sonrisilla.

—Para nada. Solo...¿quieres quedarte así un rato más?—por fin abrió su otro ojo, mirándome con sus hermosos ojos azules.

—Eso no lo preguntes. Claro que quiero.

Todo la mañana nos quedamos un gran tiempo abrazados. Nunca había estado así con alguna otra persona, pero sin duda esta primera vez era genial. Tampoco es que fuera de esas cosas ¿, ni cursi pero con Mar, con ella me salían todos mis lados inexistentes.

Por la tarde el clima no era el mejor, pero eso no nos quito las ganas de ir a la playa y hacer nuestro tipo día de campo. Pero primero nos aseguramos de ir a un supermercado a comprar muchas cosas para comer, como botes de helado, papas, dulces, entre más cosas.

Mientras me estaba saboreando un delicioso helado de vainilla, Pooh dejo a un lado su bote de helado sabor cafe para sacar una cámara de su pequeño bolso.

—Mi tía me la regalo, dijo que capturará los momentos más hermosos.—explicó dulcemente mientras mientras miraba un poco apenada a su cámara.

Tal gesto me hizo mirarla tiernamente, al igual, que también trazaba una sonrisa.

—Y quieres tomarte una foto...

—Contigo—se ruborizo un poco.—¿Qué dices?

—Yo digo que hay que tomar esa foto.

Así fue, Mar alzó la cámara y los dos sonreímos. 

Flahs.

Casi me quedo ciego.

Pocos segundos después la foto fue saliendo despacio mientras que ,Pooh, esperaba esa foto con ansias. Cuando por fin la tuvo en sus manos, la sacudió un poco y la miro con una enorme sonrisa. 

—¿Cómo salí?—estiré un poco mi cuello para ver a foto.—Mmm...Nada mal. Aunque tu te ves hermosa.

Mar me miró divertida.

 Ya había anochecido, y una vez más, el día se nos había pasado volando. De estar en la playa discutiendo quien se quedaba la foto, pasamos a estar despidiéndonos enfrente de la casa de Mar.  

—Fue un gusto estar contigo, chico castaño—sus manos se deslizaron hasta llegar a mi cuello.

—También fue un gusto, pantuflas de ovejita—puso mala cara por el apodo pero la sostuve de la cintura.

Sin esperar a que dijera algo, la besé creando una profundo beso, donde ella deslizo sus manos por mi cabello desordenado. Al separarnos ella me abrazó por la cintura.

—Te quiero mucho, Chris—dijo todavía abrazándome.

 —¿Pasa algo, Pooh?—pregunté extrañado.

Negó.

—Solo quería que lo supieras—sonrió cálidamente.

Sonreí y la besé.

🌊

Sin duda alguna había pasado una maravilloso día. 

Subí a mi habitación y me acosté en la cama sonriendo al recuerdo del otro día.

—Realmente pensé que esconderías lo que sentías por ella.

—Y realmente no valía la pena esconderlo.  

Me miró curioso—¿Por qué?

—Porque no tiene ningún sentido hacerlo. No niego que al principio no lo quería aceptar pero ahora lo sé, se que quiero a Mar y se que estoy enamorado de ella. 

—No pensé ver a mi hermano todo enamorado—levantó sus cejas.

—Ni yo, pero así es la vida. El amor no llega en el momento que elegimos, el amor nos agarra desprevenidos—solté un pequeño suspiro—Llega en el momento que menos esperamos.

Frunció en ceño divertido—Sin duda, Mar, te ha cambiado. Ya hasta pides perdón más seguido.

—Mar, me ha cambiado algunas cosas pero no te equivoques, hermano—lo miré un poco serio—No pido disculpas a quienes no lo merecen. 

—Bueno, creo que sigue siendo el mismo.

—Tal vez, pero...

Suavice mi mirada mientras pensaba en ella. Pensaba en todos los momentos que había vivido con ella y todo lo que me hace sentir, en cuantas emociones surgían al estar con ella. 

—Ella es como en la orilla del mar. Mi orilla del mar.—finalice.

—Explícate mejor. 

—Lo que quiero decir es que en la orilla es lo más próximo al mar y con Mar, que digo próximo, con ella tengo la felicidad y tengo paz. Al igual que en la orilla del mar, con ella estoy en la orilla de la magia, por así decirlo.—mi vista se dirigió a la ventana de mi habitación. En esta se veía perfectamente el azul del mar y sonreí— Con ella no tengo próximos, con ella lo tengo todo.

También pude ver a Adrián sonreír.  

Son en la orilla del mar.

—Somos en la orilla del mar.

🌊

¡Hola! 

Quiero decirles que ya casi se acerca el final .

Así que... ¿preparados?

Gracias por leer.


En la orilla del marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora