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La naturaleza amable de Inoue fue recibida en el nuevo palacio como vía libre para conocer a la nueva arrancar nacida de una madre, llamaba más la atención que el hijo de Grimmjow y Nel por su poder y por sobre todo porque su madre era humana, haciéndola más grandiosa. 

—¿Podemos verla una vez más?— Insistieron un grupo de arrancar. 

—No.

—Esta bien — dijo Inoue abriendo las puertas de su alcoba como si fuese una sala de reuniones. La mirada densa de Ulquiorra paso desapercibida ante tantas atenciones. 

—Es una princesita— brillo ante los ojos de una de las fracciones de Harribel. 

La tercera espada traía a su sequito más un grupo más de arrancar, Inoue sonrió porque nadie le estaba diciendo princesa a modo de insulto como ocurrió en el pasado a ella. Todo iba bien hasta que una arrancar pequeña se animó demasiado. 

—¡Ulquiorra-sama hágame un bebé también!

La habitación entera de crispó por la petición extraña y descarada. Inoue se cruzo en medio y extendió los brazos celosa, Grimmjow se partió de la risa al ver la cara descompuesta de Ulquiorra. 

—¡Basta!— Ulquiorra se levantó poseído —¡Los quiero a todos afuera!— Lleno de indignación dejó salir su riatsu lleno de hostilidad y los corrió a todos. 

Las risotadas de Grimmjow se escuchaban incluso con la puerta cerrada. 

—¿Cómo se atreve?— No se había sentido tan insultada antes.

—No quiero más visitas en nuestra alcoba ¿Entendido?— dejó a Tenma en su cuna y la cubrió con el velo para filtrar la luz, ella siquiera se inmuto con sus gritos y su riatsu.

—No más visitas— dijo arrepentida viendo la carita de su hija —deseo que no crezca nunca— de pronto infló sus mejillas, lo encaró y lo abrazo —¡Tú eres mío y de nadie más!

—Solo si respetas la privacidad de nuestra alcoba. 

—¡No!— Lo cogió del cuello de su chaqueta —Eres mi hombre Ulquiorra Ciffer. Nos casaremos cuanto antes. Volveremos al mundo humano y te haré firmar esos papeles de una vez. 

Sonrió y la fulmino con la mirada —¿Qué estas esperando? Secuéstrame y llévame a tu mundo, humana. 

La reto a hacerlo y lo hizo.

Inoue alzó muy orgullosa su sortija en su dedo anular, enseñándoselo a Ichigo y Rukia. La pequeña shinigami dio varios brincos por la emoción. —Nos casamos y nuestra Tenma nació— concluyo contando la travesía que fue todo para ella y sin entrar en los detalles de los dias que estuvieron desaparecidos. 

Se sentía realmente bien conseguir todo lo quería. Años de esfuerzos tienen sus recompensas. 

Detrás de ella Ulquiorra sostenía su retoño. 

Ichigo aún impactado se acercó para verla, sino la veía no creería que era real. Aunque quería mofarse y decirle que la niña no se le parecía en nada al arrancar pero era pegadita a él y además tenía unos ojos grandes y expresivos como Inoue, se veía dulce y amable como ella, maldición. Solo pudo admitir lo irrefutable. —Es una niña muy bonita— su sentimiento fue amargo. 

—Lo se, es mi hija— dijo certero.  Los dos se miraron con odio.

Rukia abrazo a su amiga para felicitarla, ellos se preocuparon muchos cuando las almas modificadas advirtieron de la irrupción del arrancar que vino a atacarla. —¡Felicidades! ¡Muchas felicidades! A ambos, serán muy muy felices— dijo llena de expectación Rukia.  

El sentido de ser humano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora