El sentido de ser humano.

10.

El invierno se estaba acrecentado, y con ellos los aires festivos, este año Inoue tenia grandes planes con un dinero extra de sus horas del doble turno en la pastelería, compro un árbol realmente grande, decoraciones alegres, coloridas, y se divirtió decorándolo con Ulquiorra, era la primera festividad que pasaría con él, y no iba a escatimar en los gastos, había comprado una gran cantidad de ingredientes para cocinar comidas navideñas, y también adelanto algunos para el año nuevo. Por suerte en los muebles arrumbados de cuales se deshizo, conservo un kotatsu en buenas condiciones que reemplazo con la mesa de centro, que llevo a la pieza estudio. Inhalo profundo olía a canela, clavos de olor y jengibre por toda la casa, olía a navidad, se volteo Ulquiorra acababa de encender la calefacción. 

Se sentía tan tranquila, sus tíos habían venido dos veces mas pero para su suerte no estaba en casa, estaba trabajando. Pero tener las escrituras de la casa la llenaba de una renovada confianza, ya no iban a amenazarla mas, tomo el teléfono y disco el numero al extranjero para hablar con su tía Rin, la mujer que enviaba dinero sin falta todos los meses, hace unos minutos le había enviado la boleta de calificaciones y un informe completo de su desempeño de este año, mas los resultados positivos de su examen de ingreso a la universidad. La mujer siempre había sido fría con ella, pero entendía el porque y no la reprochaba, sus padres en vida habían sido de tan mal vivir, que por supuesto la mujer pensaba que ella era igual, por tanto ella no quería saber nada de su vida excepto sus resultados académicos. 

-Hola soy Inoue, Inoue Orihime- dijo con la voz un poco temerosa, si había a alguien a quien ella creía que le debía cuentas, al menos por el dinero que le enviaba cada vez era ella, su tía Rin Inoue. 

La mujer al otro lado se costo trabajo también hablar, tenia un ligero acento alemán, llevaba tiempo sin hablar japones -Hola Orihime, recibí tu correo, felicitaciones por tus buenas calificaciones y tu ingreso a la universidad-  ella era un carácter frió y muy profesional -¿cómo estas? ¿necesitas algo?- pero a su vez también sabia que era una adolescente probablemente necesitaba mas dinero. 

-Bien, bien, muchas gracias. La verdad no necesito nada solo quería hablar un momento con usted si no esta muy ocupada. -Vio la figura de Ulquiorra cerca eso la lleno de más confianza, si había derretido la muralla de acero del arrancar podría hacerlo con su tía paterna. 

Escucho el silencio del otro lado de la linea, seguido de unas frases dichas en alemán de su tía entonces esta le contesto -claro, dime- la había sorprendido que la llamara, la chica tenia un buen desempeño académico, pero eso se debía a su acuerdo con ella, su manutención seria revocada si ella decaía en notas. Ella suponía que su sobrina era un desastre al igual que su hermano por lo que trataba de evitar saber de su vida, pero si la chica trataba de contarle algo a estas altura seguro era alguna especie de logro. 

-Estoy trabajando en una panadería, y asistiendo regularmente a clases -comenzó a decir en un tono optimista -estuve un tiempo pensando en mudarme a un apartamento más pequeño y rentar la casa al...

-¿Ese idiota te estaba convenciendo?- la voz demandante de la mujer se escucho bastante fuerte, por el silencio que otorgo su sobrina, lo confirmo -niña escucha bien, hace unos años tu tío, es decir mi hermano, quiso correrte de la casa, alego que tenia los documentos de la casa y que... 

-Y-yo tengo los documentos- tartamudeo al decirlo, escucho un suspiro de  alivio al otro lado -los encontré cuando estaba limpiando la casa, tampoco me iré, continuare viviendo aquí. 

-Mas vale, tu padres hicieron los tramites pero jamas dieron un solo yen para pagarlo, fue tu hermano quien dejo paga esa propiedad. No quieres que los esfuerzos de Sora se los lleven esos aprovechados. Guarda bien esos documentos, en un banco no en la casa, se astuta por tu propio bien.