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Como pensó su padre, su madre trajó sus cosas a casa y la cubrió en el colegio, al ser viernes no era tan terrible decir que enfermó de pronto y que se la llevó Ulquiorra a un hospital y si hacía falta le pediría un justificativo a Ichigo o a padre de ese: Ishin. Por lo que Tenma se fue derechito a su habitación.

Inoue contó a Ulquiorra como Tenma se tiró por la ventana, aterrizó, rodó por el suelo y luego corrió como si estuviera en una maratón sin ningún problema. 

—Me siento culpable el no decirle a los niños que son mitad Hollows— suspiró Inoue. 

Ulquiorra estaba tumbado en la cama, el no se sentía culpable pero si le complicaba un poco poder explicarles cuando ellos venían con sus problemas fisiologicos los cuales eran normales a sus ojos, era extraño explicarles y que ellos usaran la lógica humana para tapar los huecos en la explicación (de mentira). —Yo no, solo es molesto—. Resopló. 

Inoue se desvistió para ir a bañarse, rodó los ojos e infló las mejillas todo mientras su esposo se distraía en el celular. —Ulquiorra no me vas a decir que fue a conversar Tenma contigo—. La sensación de que su princesita ya no le confiaba sus secretos o sus problemas. Dejar de ser la confidente de su hija era doloroso desde su perspectiva. 

—Me pidio que no te dijera— masculló. 

Su esposa estaba cubriéndose en la puerta que habría el walking closet, completamente desnuda, tiró el celular a un lado poniéndole atención. 

—Por fin me miras. 

—Siempre te miro— le respondió. 

—Si tan solo me dijeras... 

—¿No puedo guardar secretos de mis hijos con mi esposa?, La misma que me pide guardar secretos a nuestros hijos, no logro entender— dijo como si se tratará de un trabalenguas. 

Inoue se mordió el labio, —siquiera una pista. 

—Tiene que ver con las necesidades básicas de los Hollows, los chicos pronto necesitaran salir a cazar almas y estaremos en problemas por culpa del secretismo de esta familia— explicó el problema con una claridad de mente que complico a Inoue. 

Ella por fin entendió porque estaba recriminándole lo de ocultarle cosas a sus hijos. 

—Eso es muy malo. Sus notas bajaran, faltaran a clases y se meteran en problemas con otros espiritus— Inoue comenzó a murmurar. Esto fue lo que pasó a sus compañeros y ella, aunque no bajo sus notas, de alguna forma logró retomar sus clases y mantener sus calificaciones.

Ulquiorra asintió, bueno todo eso podría ser así, cómo no. Ellos no sabían si realmente serían igual a la experiencia que tuvieron ellos. —Tenma preguntó si eramos canibales.

Los enormes ojos grises de Inoue brillaron —no puede ser. 

—Si comienza a salir a cazar tendremos que hacernos los desentendidos e ignorarlos o contarles todo y explicarle como funcionan las cosas. Llevarlos al hueco mundo y supervizar sus cazas como padres responsables—. Lo hacía Grimmjow, eso era un puñal directo en su vacio. El que Grimmjow fuese más responsable y eficiente que él, que le ganará en un solo aspecto le mortificaba aunque no lo demostrará.   

—¿Así aprendiste?— Inoue preguntó sin darse cuenta que hizo una pregunta tonta. 

—Los Hollows no fueron concebidos hasta que pariste por primera vez, ¿Recuerdas? Tenma es la primera de su clase. 

Ella se golpeó suavemente en la frente con su palma. —¡Es verdad!, Siempre lo olvido, es que es una hija muy dulce. 

Ulquiorra estaba de acuerdo. De pronto alzó la cabeza mirando en dirección a la habitación de su hija al sentir el riatsu intruso que pertenecía a uno de los vecinos. Inoue fue a tomarle las manos para llevárselo al baño con ella, estaba dandole frio estar desnuda por mucho tiempo. 

El sentido de ser humano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora