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Arashi vio como su hermano Tetsuo se picaba la nariz, una y otra vez. El sonido del papel frotando la piel de su hermano, subió un poco el volumen de la música, fue tanto la irritación que le provocó verlos congestionado que le preguntó. 

—¿Estas enfermo?— Aunque raro podría ser posible. No recordaba que ellos se había enfermado, nunca en la vida salvo mamá, ella si se había enfermado. 

Tetsuo hizo una mueca molestó a su vez. —No— su cara de "¿Crees que estoy enfermo, idiota?"

El castaño pelirrojo frunció sus ojos verdes, arrepentido de tener el buen gesto de preocuparse de molestarse por su gemelo mayor. 

El mayor ladeó la cabeza y respondió rápido —es ese perfume. 

Arashi levantó la punta de la nariz, si bien él era el sensible a los sonidos, Tetsuo era el sensible a los olores por lo que intentó percibir esa "molestia". Asintió al sentir el olor del perfume. —Tenma cambio su perfume. 

—¡Si!— Tetsuo alzó las manos exasperado. Su hermana siempre usó una misma fragancia, la cual era muy suave y sutil por lo que se había acostumbrado a el olor característico de su hermana. —De un día para otro comenzó a usar ese perfume pasoso. 

—Ya le dijiste que te molesta— Arashi sabía que su hermana era muy considerada con ellos, no se molestaba fácilmente cuando se trataba de algo para ellos. No escuchaba música en parlantes por él, tampoco cambiaba las fragancias de su artículos de uso personal por Tetsuo, bueno hasta ahora.

Suspiró cansado —si, me dijo que estaba pasando por un momento difícil también. Me pidió comprensión que sería hasta que encontrara otra forma. 

Los ojos verdes de Arashi casi se salieron —¿Ella esta bien?

Tetso asintió, eso fue lo que preguntó él en el momento. —Dijo que era un problema fisiológico, una herencia por defecto por parte de papá. 

Arashi suspiró —ah, las herencias de papá— las herencias de Ulquiorra era particularmente peculiares. Eran fuertes y rápidos, su piel era extremadamente dura pero eran más sensibles a los estímulos que los demás también eran insensibles, asuntos que a otros emocionaban a ellos los agobiaban. —Que fastidio. 

—Bueno, no pueden ser todas bendiciones— murmuró resignado. —Tenma no me quiso contar de que trataba. 

Su gemelo se calló, Tetsuo y Tenma hablaban todos los días, se ponían al tanto, se preguntaban de la vida y a veces se recomendaban contenidos, sitios donde ir a comer, cafés, pero él no era de conversar nada con sus hermanos. Él entraba a sus habitaciones, les intruseaba sus pertenencias en sus caras, les desordenaba o se sentaba en un rincón y cohabitaba la tarde completa con ellos, ese era su tiempo de calidad con sus hermanos. Y ni Tenma ni Tetsuo le decían nada por lo que suponía que estaban bien con su forma de relacionase con ellos.

—Bueno me dices si necesita ayuda o si está en problemas.

Tetsuo asintió, volvió a sonarse. 

En ese momento sin llamar a la puerta y si revelar su presencia Ulquiorra les abrió la puerta dejándolos en silencio. Traía unos tapones para la nariz. 

Su mirada severa no estaba en su rostro, había algo blando, no era ternura tampoco compasión, tal vez se lamentaba verlo a su vástago con la nariz enrojecida y los ojos húmedos. —Ten, leí un libro de remedios caseros, todas las opciones apestaban y llevaban hierbas con un olor fuerte. Seguiré buscando una solución.

Tetsuo recibió los tapones y se los colocó, asintió y preguntó a los otros dos—¿Cómo me escuchó?

Ulquiorra y Arashi que lo escucharon intentaron no reírse pero se les coló una risita contenida tanto al padre como al hijo. 

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⏰ Última actualización: Oct 16 ⏰

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