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En la televisión una noticia de deporte hizo que ambos levantaran los rostro de sus ocupaciones. En especial Inoue, quién soltó los palillos y miró con atención la buena noticia. 

"La joven deportista de nacionalidad alemana-japonesa, obtuvo medalla de oro en la categoría de esgrima nuevamente en las olimpiadas de Atenas, la hermosa Neliel se ha posicionado en el top 3 desde que se graduó del instituto...". 

—Ya conocemos la historia— rezongó Ulquiorra volviendo a su libro, aludiendo a las muchas veces que repasan la vida de su amiga en las noticias cada vez que obtenía un nuevo merito. Inoue se rió por su actitud, estaba contento y está era su forma de demostrarlo. 

continuo tejiendo rápidamente, con los años adquirió la velocidad de una mujer artesana, siendo las artes plásticas uno de sus fuertes. Crear regalos con sus propias manos era algo que la llenaba de Satisfacción. —Me alegra que le vaya bien a pesar de que este indispuesta—. Se le resbalo el ovillo de la lana purpura. —Hay que llamarla para felicitarla—. Sugirió.

Ulquiorra tecleo rápido antes de decir. —Lo acabo de hacer— Inoue se volvió a reír, el arrancar se limito momentáneamente a andarle un correo de felicitaciones. Esto últimos días estaba ocupado aplicando para un nuevo trabajo, lo que lo mantenía ocupado.

—Me refiero a llamarla— reiteró.

De esto Ulquiorra estaba un poco harto, no porque no le importará todo lo contrario porque le importaba demasiado. Todos los días y sin falta estaba llamando a Nel y Grimmjow, a ambos juntos o separados, solo para saber que estaban bien y como seguía de salud su amiga. El estar en Japón y ellos en Alemania le resultó estresante, claro que estaba la opción de llegar allá como arrancar, en calidad de alma pero Nel con todas sus complicaciones fue de todas maneras a los juegos olímpicos a participar y ganar. 

Nel salio de Japón a la edad hipotética de diecinueve años, se volvió conocida a nivel mundial como un prodigio de la esgrima. Las universidades se batieron a muerte sin exagerar, por tenerla hasta que decidió irse a Alemania por las facilidades y conveniencias que le ofrecieron. Ella al igual que Ulquiorra quería edificar una vida humana cómoda, para que en tan solo un par de años poder desempeñarse con facilidad y soltura, tener una vida fácil pero no monótona.  

Inoue siguió tejiendo sin notarla la preocupación creciente en Ulquiorra, ella sabía que tarde o temprano el arrancar tomaría su celular y la llamaría, solo no quería ser tan obvio. 

Vio como el moreno se puso de pie, se colocó una chaqueta —saldré un momento— ella asintió sin mirarlo, si iba a reír de él si lo miraba a la cara. 

La puerta se cerró tras él entonces sonrió ampliamente enternecida. 

El arrancar sacó su celular en el patio de la casa fuera del campo de visión de las ventanas frontales, en el lugar donde aparcaban las bicicleta, bajo un pequeño techo. Tan pronto como confirmo la salud de su amiga, la cual no cambio hasta los recientes días pero de alguna forma estaba acostumbrándose sobrellevando todas sus incomodidades y malestares nuevos. 

"....Gracias por llamar..." siempre agradecida la peliverde, bastante más tranquila. Metida en un vehículo con su entrenadora para ir rumbo al hotel donde estaba hospedándose por los juegos. 

Ella se sentía muy solitaria en estos días, Grimmjow tampoco era muy honesto con sus sentimientos, si bien se preocupaba por ella, mantenían un romance muy activo lleno de conflictos, peleas, constantes sube y baja en la relación, últimamente al verla enferma tomo una distancia con ella, muy al contrario con sus primeras reacciones, lo triste en todo esto es que Nel lo entendía y no lo recriminaba, sintiéndose muy solitaria y melancólica. 

El sentido de ser humano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora