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El aire estaba viciado, Inoue no dejaba de mirar a Ulquiorra y el arrancar estaba gélido, férreo a su actitud, había accedido a soltar todo lo que le ocultaba pero no volvió a abrir la boca. Grimmjow parecía un réferi parado mediando la situación, si Ulquiorra no hablaba lo iba a hacer él. 

—Y bien— a ella le sudaban las manos y se sentía muy débil, no era por la ansiedad que la embargaba justo ahora era un malestar diferente. —¿Qué me ocurre?— y si... ¿estaba muriendo?

 Si Ulquiorra estaba así de tenso era porque "ella" pasaba por algo. 

Su corazón estaba palpitando muy fuerte ¿estaba muriendo? volvió a preguntarse, si eso era así, no debería estar actuando más positivamente el arrancar, al fin y al cabo llevársela al hueco mundo era su meta final, luego de vivir una vida satisfactoria como humana, claro está. A su vez sabía que ya inició su transformación de hollow, su cadena del alma había sido rota y carcomida, ella llevaba un hollow dentro de su alma, una forma de sí misma más fría y despiadada, cruel y antipática que a veces mostraba su rostro. 

Suspiro mostrando su resignación. 

—Yo... — ella alzó la vista, estaba hablando. —Esto es mi culpa. 

—¿Qué cosa?— Inoue habló suavemente, sin creer que tuviese la culpa, su tono comprensivo hizo que el arrancar se encogiera en culpa más de la que tenía de por sí. 

Grimmjow dudó en el momento justo. Su amigo estaba sintiendo culpa, eso era algo increíble de presenciar. 

La razón por la que le costaba tanto hablar era por lo que significaba para cada quien la noticia, para él era algo sumamente peligroso e innecesario mientras que para Inoue sería una bendición independiente del riesgo. —Estas embarazada— dijo como la peor de las sentencias y tenía sus motivos para pensar de esa manera.

Los ojos grises redondos de Inoue brillaron llenos de alegría y esperanza, esas eran fantásticas noticias. —¡Eso es maravilloso!— ella saltó de su silla saltando con emoción mientras que Ulquiorra la miraba como si fuese una loca sin retomo y ninguna esperanza. 

La efímera sonrisa en la boca de Grimmjow se esfumó de pronto, él entendió antes que Inoue lo que significaba todo aquello. Levantó las manos y la sentó, ella los observó a los dos no entendiendo sus rígidos y preocupados rostros, entendía que Ulquiorra pareciese que lo partiera un rayo pero Grimmjow no estaba celebrando con ella. Eran buenas noticias ¿verdad?

Las buenas noticias no eran buenas noticias para nada. 

—¿Qué ocurre? Esto es lo que quería, tendremos una familia con niños— dijo aún aferrándose a la alegría de la noticia que significaba para ella. 

Ulquiorra tomo su mano para sujetarla a la realidad —no quiero tener hijos. 

Su mundo se fracturo, todo el tiempo pensó que su pareja se negaba porque sabía que no era posible, pero no esperaba que fuese porque no quería realmente. Ella negó sin decir palabra, no sabía cómo animarlo a cambiar de opinión ¿por qué no quería? estuvieron unos segundos torturándose el uno al otro hasta que Grimmjow golpeó la mesa harto de la situación. 

—¡Basta! ¡Serás imbécil! Inoue Orihime este bastardo no te está contando todo— Grimmjow habló con certeza —tienes un hollow dentro, pequeña idiota— su voz sonó desgarradora. Inoue parpadeo. —Sigues siendo humana tontita en cualquier momento te va a de...

Inoue de pronto entendió lo que ellos le trataban de decir. Para ella era normal al día de hoy estar rodeada de hollow, de arrancar, le eran leales y afectuosos, correspondían a su buena voluntad, amistad y amor, pero un nuevo hollow que no la conocía que muy por el contrario solo iba a responder a sus instintos más básicos; "devorar". Estaba acabada, ese hollow podría no discernir que estaba naciendo de ella y como humana con poderes especiales y muy, muy especiales iba a ser un exquisito banquete servido constantemente frente a sus narices. Su prolongada convivencia con todos los arrancar la habían hecho olvidar este hecho inalterable, corría grave peligro.

El sentido de ser humano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora