Sé que con la salud mental no se juega, por eso narraré esta parte de mi vida de una manera que nadie salga lastimadx.
Como leen, nací con un IQ cuasi superior a la normal. Sin embargo, no tenía idea a mi corta edad que esto podría influirme socialmente. Quien no me conoce, me ha costado mucho entablar conversaciones. Yo era los de apariencia tímida porque si hablaba, no sabía si me entenderían. No era por dificultad en el habla (porque lo de hablar neutro... esa es culpa de los dibujos animados y el doblaje), sino que conocía palabras que debería ser habitual años más grande. ¿La corrección? Sesiones de fonoaudiología y psicopedagogía, en paralelo. La pasaba mas tiempo afuera que en mi casa. ¿Lo extraño? Si hubiera sido consciente lo que los profesionales hacían conmigo, seguro que sí. Imaginen que a mi mamá le dijeron:
-¿Usted que prefiere? ¿Un superdotado o un chico feliz?
Hay todo un trasfondo por lo que atravesé en mi infancia y este es un retazo. Lo que sigue involucra la crisis del 2001 en Argentina y cambios de médicos.
Mientras mis sesiones con los especialistas habían finalizado, mi pediatra no me podía seguir atendiendo (por motivos que en ese momento no entendía ¿la verdad? la crisis involucró, entre otras cosas, problemas con mi obra social) y me derivó a otra. Lo que menos imaginé es que en su primera consulta, esta mujer (que jamás develaré la identidad) automáticamente creyó que tenía problemas de audición porque no le prestaba atención. Yo, como niño obediente, hacía lo que me decían los adultos. Ante resultados óptimos, la nueva doctora necesitaba descartar dudas que tenía ante mí, su nuevo paciente.
Tuvo que pasar un tiempo largo para darme cuenta que su actitud, la de no conocerme, y la mía, de manera inconsciente, provocó una apariencia engañosa. Ella creyó que era autista y simplemente era que ante lo desconocido me muestro de una manera tímida, que suele prestarse a confusión. Si bien el término AUTISTA lo aprendí en 2013 debido a un artista musical, tuvo que ser recién en 2020 con la pandemia global donde me cayeron las fichas sobre este acontecimiento en mi niñez.
Fue la misma madurez de la juventud y la autoreflexión que me ayudó a reencontrarme con el pasado y cerrar una etapa en buenos términos para seguir adelante.
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IQ: sigla del alemán Intelligenzquotient, traducido al español como Coeficiente Intelectual.
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Tan Tauro Que Duele
Phi Hư CấuMi primera antología personal. Relatos creados para un fin que jamás pudieron ser destinados por ese propósito. Por eso las denomino MIS JOYAS EN BRUTO. A work in progress. Portada realizada en Canva.