Sigo creciendo y ver una casa con los mismos duendes en su patio delantero que cuando era chico, me produce sentimientos encontrados.
Tengo entendido que los, mal llamados, enanos de jardín son una especie de protectores, guardianes, ahuyentadores de los malos augurios. Eso de que "caminen o cambien de posición sin el contacto humano" no omitiré opinión porque no tengo y si hablamos de supersticiones, donde vivo tengo un herradura. Dicen que sirve para traer la fortuna (algo así como el gato chino dorado que mueve la pata mecánicamente de forma vertical).
Volviendo a lo planteado en las primeras líneas ¿Por qué esta sensación? Tantos años y jamás abandonaron su puesto. Lo más raro es que el lugar asignado sea un patio sin espacio verde. Así como leen, estas criaturas se encuentran a la vista de transeúntes. Eso explica mucho.
Entonces ¿para que están? Sus miradas van dirigidas a nosotros, en cada persona que se acerca a esta vivienda, sea el motivo que sea. De los que tienen, hay uno que me llama la atención. Sus ojos no son normales.
¿Acaso nos observan como si fueran cámaras de vigilancia? ¿Cuál es la verdadera intención de su ubicación? Porque esto escapa de la mitología que los envuelve.
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Tan Tauro Que Duele
Non-FictionMi primera antología personal. Relatos creados para un fin que jamás pudieron ser destinados por ese propósito. Por eso las denomino MIS JOYAS EN BRUTO. A work in progress. Portada realizada en Canva.