Octubre de 2021
A la hora de crear mi próximo newsletter para mis redes sociales, llegó a mi casa (por parte de mi papá) durante tiempo indeterminado un mueble con material de trabajo de su actividad extracurricular, donde mi vista fue directo a la radiograbadora (difícil de conseguir hoy en día, solo en casas especializadas).
Sabía que si no aprovechaba el momento, jamás descubriría qué canciones se encontraban en los viejos cassettes que pude rescatar de mis padres y que deleitaba en mi querido y malgastado walkman (debido a que no tenía un papel con la respectiva lista).
Seguro se pregunten ¿por qué no usé alguna app para averiguar más rápido el origen de cada una? Lo pensé, pero la calidad de la música en cinta no es la misma que la digitalizada donde todo se escucha como mas "limpio y claro".
Además, la nostalgia musical era algo que necesitaba recuperar, cuyo viaje duró un par de días. Una primera escucha de rememorar viejos tiempos y otra para comparar cuánto nivel de inglés (sí, con este dato les revelo que no había nada en español) podía entender, si reconocía alguna voz e ir registrando mi progreso.
Ante tanta vorágine, esta iluminación ochentosa llega a su fin con un total de 40 tracks aprox. en 3 cassettes diferentes, pasando de baladas desgarradoras, pop mainstream y soundtracks fílmicas.
¿El siguiente paso? Buscar los respectivos instrumentales para practicar canto y ampliar mi repertorio ya que teniendo una base, el algoritmo de internet se encarga del resto.
Elijo mi propia aventura.
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Tan Tauro Que Duele
Non-FictionMi primera antología personal. Relatos creados para un fin que jamás pudieron ser destinados por ese propósito. Por eso las denomino MIS JOYAS EN BRUTO. A work in progress. Portada realizada en Canva.