Taehyung sentía que en cualquier momento se rompería en llanto, desvió la mirada incontables veces en los últimos 5 minutos de silencio que se formó en la sala.
- Taehyung... primero necesito que respires y te tranquilices, ¿de acuerdo? -. El hecho de que Yoongi le hablara sin honoríficos hizo que Taehyung se sintiera más en confianza y pudiera hacerle caso.- Así está mejor. Ahora dime, ¿qué sucedió?
- Yo...
- Con calma, no te presiones.
- Mmh... los últimos dos años... sólo hice retratos de mi modelo, éramos buenos amigos... o eso creo. Comencé a notar que se aburría, así que lo presenté con otro de mis amigos y al parecer congeniaron muy bien... eso me hizo sentir mal.
- Y maldijiste el retrato por celos, ¿cierto?
- Eso creo.
- Bien... ¿cómo era tu relación con él?
- No éramos muy cercanos, sólo trabajo.
- Entonces, ¿de dónde vinieron los celos?
- Supongo que me asustó que pudiera alejarse de mí tan fácilmente.
- De acuerdo... -. Soltó un suspiro pesado, no muy convencido del relato de Taehyung.- Hoy no te enseñaré nada, estás bastante alterado con todo el tema.
- Puedo volver mañana entonces.
- ¿De verdad te importa tanto? ¿Qué pensamiento se apoderó de ti en ese momento para que te desesperes por arreglarlo? -. La actitud fría y directa de Yoongi descolocó a Taehyung, no estaba acostumbrado a que lo trataran de esa manera.
- "Si no estás conmigo, no estarás con nadie más" -. Recitó Taehyung, sintiéndose atado de manos y expuesto completamente ante la pareja.- Cuando terminé el retrato... Jungkook estaba ahí, haciéndolo reír de una manera que yo nunca logré. En cada retrato le pedía que sonriera y no lo hacía, pero con él... lo hizo más veces de las que puedo recordar.
- Si no entendí mal... tú mismo los presentaste.
- Lo sé... y eso me frustra porque lo hice con la intención de que Jimin se sintiera más cómodo. Es un chico solitario, sólo se relaciona con su mayordomo y conmigo... con Jungkook -. Se corrigió con pesar.- Nunca me contó porqué, pero quería ayudarlo con eso.
- ¿No te parece que si quisiera ayuda la pediría? ¿Qué tal que esa era la comodidad para él? Ahora, lo que dijiste al terminar el retrato... no es cualquier cosa y como todo, tiene sus consecuencias -. Taehyung sentía que Yoongi en realidad no era de ayuda, sino que sólo lo estaba atacando.
- ¿Crees que no lo sé? Llevo noches sin dormir porque mi propia cabeza está matándome, no sé qué fue lo que ocasioné pero quiero remediarlo -. Taehyung cada vez se mostraba más alterado y su voz aumentaba de volumen.
- Entonces vete y busca las respuestas en otro lado. Yo no pienso ayudarte, por favor retírate -. La mirada firme, las palabras directas y el tono frío de Yoongi detuvieron en seco a Taehyung.
- Cariño, no creo que debas...
- No, Hoseok. Es justo lo que necesita porque no es él mismo -. Miró con más determinación al pintor, podía notar la batalla interna que llevaba.- Te espero mañana a las 10 en la tienda, hay mucho que aprender.
Con eso dio por finalizada la velada, Taehyung se despidió del matrimonio y fue al hotel donde se estaba hospedando. Fue recibido por los incontables bocetos del rostro de Jimin regados por todo el suelo y una carta en el recibidor de la habitación.
Querido señor Kim:
Sé que está en París, Jungkook me lo dijo hace unas semanas.
En realidad le escribo para informarle que no quiero volver a ser modelo de nadie, eso lo incluye a usted puesto que no sé cuándo planea volver.
No es necesario que responda a esta carta; y si lo hace, no me enteraré. Mi mayordomo tiene indicaciones de no entregarme ninguna postal de nadie, no quiero más decepciones en mi vida.
Hasta siempre,
Park Jimin.
Dicha carta no hizo más que terminar de romper el corazón del lector. La había cagado, en grande. Estaba completamente seguro que la maldición empezaba a hacer su trabajo, y eso le traía un gran debate emocional: la parte irracional de él se sentía feliz y satisfecho, pues eso significaba que Jungkook se había alejado de alguna u otra forma; pero la parte racional se sentía completamente destrozado... había lastimado a alguien a quien prometió proteger a como diera lugar.
La mañana siguiente, desayunó en la misma cafetería del día anterior para después dirigirse hacia la tienda de Yoongi, quien lo esperaba en el mostrador principal leyendo algún libro que Taehyung no alcanzó a ver bien.
En cuanto Taehyung atravesó la puerta, Yoongi se dirigió a esta para colgar el letrero de "CERRADO" en caso de que alguien tuviese la intención de visitarlos ese día.
- First things first, muchacho. Necesito saber si estás dispuesto a aprender sobre esto.
- Buenos días para ti también, Yoongi -. No recibió respuesta más que la mirada acusadora del contrario.- Sí, haré lo que sea.
- Bien, entonces harás un dibujo de ese chico antes de comenzar.
- Espera, ¿estás bromeando?
-Dijiste que harías "lo que sea" -. Acompañó sus palabras de un gesto con susmanos para indicar comillas.- Entonces no quiero quejas y comienza a trabajar.
Taehyung se tomó aproximadamente una hora para completar su tarea, tuvo que reprimir más de una vez las lágrimas que le causaba recordar el rostro de aquel chico. Desde que llegó a París, cada noche lo dibujaba y le era inevitable llorar ante su recuerdo. Sólo un poco más, Taehyung, lo haces por su felicidad, tuvo que repetirse todo el tiempo. Le entregó el dibujo a Yoongi.
- De haber sabido, habría traído uno de los miles que tengo en el hotel -. Mencionó un tanto molesto.
- Should've, could've, would've -. Murmuró el más bajo para sí mismo.- Ahora, pasaremos a la parte pesada de esto. ¿Sabes en realidad cómo funciona una maldición?
- No.
- Una maldición es una especie de sacrificio, pero a costa de otras personas para beneficiarte tú mismo. Es lo contrario a una ofrenda, en esta te beneficias sin afectar a nadie más. Las maldiciones no siempre están ligadas a objetos materiales, pero eso hace que tengan mayor poder, además de que no cualquiera es capaz de conjurarlas, solamente aquellas que nacieron con el don. Me dijiste que estabas terminando un retrato de él, ¿no? -. Taehyung simplemente asintió con la cabeza, estaba recibiendo todo un cúmulo de información y necesitaba tiempo para procesarla.- Bien, entonces la maldición que lanzaste... puede que sea la primera de muchas, o la primera de la que eres consciente.
- Espera... ¿qué me estás diciendo?
- Te estoy diciendo que eres un brujo, como yo -. La sorpresa y confusión eran obvias en el rostro del pintor.- ¿Qué? ¿Creíste que eso no existía y eran cosas relacionadas con la "ley de atracción"? Hay muchas más cosas en este mundo de las que somos capaces de ver y comprender.
- Okay... ¿y qué debo hacer?
-Morir, básicamente.
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El Retrato de tus ojos (Jikook)
Ficción GeneralPark Jimin es un bailarín inseguro, aislado de la mayoría del pueblo, hasta que le presentan al pintor Jeon Jungkook, quien influencía su vida de una forma que le hace sentir libre. - Parece que siempre consigue lo que quiere, joven Park -. Lo enfre...