2021---------------1984
Livie nunca hubiera pensado que algo así sucedería.
¿Qué pasaría si alguien lograra viajar en el tiempo?
¿Qué pasará cuando Livie descubra algo que la atrapará en el pasado?
¿Y si eso es una persona?
Livie, 16 años, estudia...
- Gracias... - después de varios minutos de silencio, la más joven se dignó a hablar. - No se que habría sido de mí si no hubieras llegado, muchas gracias, enserio.
- No hay de qué. - el profesor estaba calmado, demasiado según Livie. El señor Smith era una persona muy activa e innovadora. Aunque su alumna no sabía mucho sobre él, le había cogido confianza en poco tiempo. - Ya era hora de que salieras de esa casa.
- Sí... Por cierto, ¿a dónde vamos?
- ¿Recuerdas que te dije que mi hermano tiene una cabaña en el bosque y que paso allí la mayor parte de las vacaciones?
- Sinceramente, no. Pero no importa, sigue.
- Bien. Creo que al menos por ahora ese será un buen lugar para mantenerte a salvo. Es científicamente imposible que tu padre nos encuentre allí.
- Pero me dijiste que nunca me llevarías porque era peligroso porque ahí hacías tus experimentos.
- Sí, dije que era peligroso, pero comparado con el lugar del que acabas de salir, estarás bien. Solo recuerda una cosa: no entres en el garaje, ¿vale? ¿Entendido?
- Sí, está bien. - contestó rápido, extrañada por aquella regla que el señor Smith le acababa de imponer.
- Me alegro. Si te veo poner un dedo en el garaje te devuelvo a tu casa, ¿entendido?
- Sí... - dijo Livie no del todo convencida. Toda esa situación le resultaba extraña. Sabía que su profesor era raro, pero no creyó que tanto como para esconder algo importante en el garaje. Probablemente si el profesor no hubiera mencionado nada, a la pelinegra no se le hubiera ocurrido entrar en aquel garaje, pero al saber que dentro había algo importante, sabía que la curiosidad sería dominante y acabaría entrando.
- No suenas convencida.
- Allá tú, yo estoy segura, te juro por mi vida que no voy a entrar. - al fin y al cabo, tampoco veía la muerte como algo tan lejano. Literalmente hace menos de una hora creía que acabaría así, muerta. Por suerte estaba equivocada. ¿Lo estaría ahora?
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- ¡Llegamos!
- Estamos literalmente en medio de la nada.
- ¿Quieres estar protegida o no?
- Sí sí. ¡Claro que quiero estar segura! Es solo que... Bueno... Digamos que tu "casa" - dijo imitando comillas con los dedos. - no es muy... lo que se diría, acogedora.
Y era cierto. La cabaña se encontraba totalmente en el medio del bosque, entre medio de los árboles. Se encontraba rodeada de vallas por todos sus laterales y en el frente tenía una especie de detector de metales, como los de los aeropuertos. Sólo que estes parecían más fiables.
