14- "PERDON"

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- ¿Novia? - preguntó el pelinegro. No sabía si debía creerle. Es decir, Livie no había mencionado nada sobre ninguna relación con el rubio. Por otra parte, no le parecía conveniente conseguir otra pelea, así que solo dejó pasar el comentario y contestó.- Se fue.

- ¿Qué? ¿Cuándo?- interrogó Billy confuso. En ningún momento había sido consciente de ver a la pelinegra abandonar la escena.

- Hace un rato.- dijo el pelinegro.

- ¿Por dónde se fue?

- Creo que por ahí.- indicó Tim señalando hacia donde se encontraba el coche de Billy.

- Bien, pues me voy.

- Cuando veas a Livie dile que me llame, ella sabe para qué.

- Ten por seguro que no le diré nada.- habló el ojiazul antes de encaminarse a su vehículo.
















- habló el ojiazul antes de encaminarse a su vehículo

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Se encontraba parada en medio de aquel lugar, sola. Tenía tanto frío que no sabía siquiera si podría sobrevivir allí unas horas más. Realmente el clima no era gélido, pero el miedo había provocado que la temperatura corporal de la joven bajara notablemente.

Pronto el sueño se apoderó también de ella, haciéndola perder todo el control sobre la situación. Si tan solo ellos estuvieran allí, con ella. Todo era más fácil cuando esos niños estaban cerca.

No supo cuándo ni cómo sucedió, pero en algún momento su visión se volvió completamente negra, dejándola caer sobre el duro suelo y permitiéndole al fin descansar. Esta vez eternamente.

Livie despertó de nuevo mojada, pero esta vez no por lágrimas. Ahora era un frío sudor el que se esparcía por su rostro. Se levantó de la cama somnolienta y caminó al baño. Abrió el grifo del agua fría y se lavó la cara con ella. Después buscó una toalla en el pequeño cajón bajo el lavabo y se frotó cuidadosamente.

Una vez limpia y seca, volvió a la habitación. Cogió el reloj sobre la mesilla de noche y comprobó la hora.

6 A.M.

Era algo temprano, pero no estaría de más que aprovechara el tiempo para ir despacio a la cafetería. El local abría a las 7.30, así que si se apresuraba para salir tal vez pudiera parar de camino en el supermercado y comprar algo para desayunar.

Abrió el armario y repasó rápidamente cada una de las prendas que se hallaban allí. Desgraciadamente su vista fue a parar a un dibujo que ella misma había hecho días antes. En la imagen se mostraba a ella de niña, sosteniendo un helado. Junto a la pelinegra estaba una mujer. Simulaba unos 35 años, y rodeaba a la pequeña con el brazo derecho. Esta mujer también tenía un helado, pero este se encontraba completamente derretido. Existía un gran parecido entre ambas.

Era tan horrible. La mujer del dibujo era la madre de Livie. Sophie. La echaba tanto de menos. Todavía podía recordar aquel día en que la deprimente noticia fue comunicada a Livie y su padre. Había sido su abuelo quien se lo había contado. Recordaba que les entregó un texto, escrito por nadie menos que ella, su madre.

TIME TRAVELLER ♕︎Billy Hargrove♕︎ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora