20- "LO QUE TODOS ESTÁBAMOS ESPERANDO"

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Finalmente estaba allí, decidida a decirle la verdad, a confesar todo lo que sentía por él. Pensaba en lo que Once me había dicho, que yo también le gustaba. ¿Y si no era cierto? ¿Y si me rechazaba? No estaba preparada para algo como eso.

Subí los escalones del porche respirando con dificultad. Ya tenía mi puño a 2 cm de la puerta cuando se abrió, y detrás pude ver como un señor, el padre de Billy, me miraba curioso. 

-- ¿Quién eres? -- Me preguntó con superioridad. -- ¿No serás otra de las putas de Billy?

No sabía qué hacer o qué decir. Estaba frente a la persona responsable de que  Billy fuera tan... así. Y no sabía qué hacer. Dije lo primero que se me ocurrió, aunque no sabía si eso estaba bien.

-- No... yo... soy amiga de Max. -- Mierda. ¿Enserio no se me pudo ocurrir nada mejor? ¿NADA?

-- Amiga... de Max. ¿No eres un poco mayor? -- ¡Por supuesto que sí, pero no había pensado en eso!

-- Sí, pero jugamos juntas en el arcade.

-- Oh, vale, adelante. Max está en su cuarto, es arriba, la segunda puerta a la derecha. Yo me tengo que ir a trabajar, pero volveré en unas horas. -- Desde luego, si no supiera como es realmente, pensaría que es una persona normal.

-- Vale, muchas gracias. 

En cuanto el hombre se fue, subí corriendo a la habitación de Max. Quería ver a Billy, sí, pero primero tenía que saber que Max me cubriría con el Sr. Hargrove. 

-- ¿Max? -- Pregunté tras unos cuantos golpes en su puerta. La puerta se abrió tras unos segundos y pude ver una común cabeza pelirroja. 

-- ¡Livie! ¿Qué haces aquí? No sabía que ibas a venir.

-- Yo tampoco. -- Nos quedamos unos segundos en silencio. -- Max, no te vengo a ver a ti. 

-- ¡HEY! ¿Y eso por qué?

-- No te ofendas, venía a ver a tu hermano.

-- Ya... ¿y qué haces aquí entonces? El Sr. Hargrove se acaba de ir.

-- Lo sé, me lo encontré en la puerta cuando iba a llamar. Le dije que éramos amigas del arcade y venía a verte.

-- Vale, no te preocupes, yo te cubro.

-- ¿Segura?

-- Claro, si sales con Billy las comidas familiares no serán tan aburridas.

-- ¡Max!

-- ¿Acaso me equivoco? ¿O no vienes a declararle tu amor?

-- Bueno, ¿dónde está?

-- ¡Lo sabía! Está en su cuarto.

-- ¡Gracias! -- Inmediatamente salí al pasillo y empecé a buscar el cuarto de Billy. Estaba a una puerta de él cuando escuché un portazo no precisamente suave, seguido de un grito.

-- ¡Maxine! ¡¿Qué coño haces?! ¡Deja de hacer ruido, no escucho la música! -- Paró de repente cuando me vio. Me miró sorprendido, pero no parecía disgustado.

— Creo que es bastante imposible que no la escuches teniendo en cuenta que yo llevo haciéndolo desde hace dos calles.

— No exageres, tampoco es para tanto. — Nadie dijo nada — ¿Qué haces aquí?

No sabía si debía decírselo, y tampoco cómo. No podía simplemente soltarle: "Oh, nada, que me gustas mucho desde hace semanas, o incluso más. Pero ya está, nada importante." No, mejor decir otra cosa.

— Quería verte. — Vale, Olivia, bravo. Esta vez te has lucido.

— Ah, ehm... ¿Por algo en especial?

— Quiero hablar contigo. De algo... Importante. — Venga, tú dale más importancia para que se venga abajo cuando le digas tremenda chorrada. Seguro que te rechaza. Un chico como Billy, ¿Por qué querría estar contigo? Puede tener a quien sea cuando sea, ¿por qué tú?

— Vale, pasa. — Primero entró él y después yo, y nos sentamos en el borde de su cama. Olía a tabaco y perfume de hombre, un olor que antes odiaba, pero comenzaba a apreciar. — Dispara.

— Bien, lo voy a decir todo de golpe pero no te asustes porque estoy nerviosa y sé cómo vas a reaccionar y no va a ser bueno y lo voy a decir ya porque estoy entrando en pánico. — Me tomo un segundo para respirar. — Sé que sabes que eres un chico atractivo, y que sueles gustar a las chicas y eso no te sorprende. Pues yo pensaba que no iba a pasar eso conmigo porque me creí única y diferente, pero era mentira. Era mentira, soy igual que todas las demás y sí, caí en los encantos de Billy Hargrove. Y sé lo que vas a decir ahora, que no sientes lo mismo, que estoy loca y que no quieres volver a verme jamás. Pero me da igual, porque estoy orgullosa de haber caído en tu red, porque esto me sirve para no ilusionarme con las personas y crear historias que en el fondo sé que nunca ocurrirán. Lo siento por haberte hecho perder el tiempo, ya me voy.

— Livie... No te vayas. — Me agarró de la muñeca para evitar que me marchara. — No estás loca y sí que quiero volver a verte. Porque no, no eres como todas las demás. Porque con ellas quería estar una noche, pero contigo quiero estar todas. Sólo tú me haces querer ir lento con alguien, pasar por todas las bases.

— Billy, esto no es béisbol.

— Lo digo en serio. No quiero que nunca te sientas forzada a nada, quiero que vivamos cada detalle juntos, poco a poco.

— Yo también quiero eso.

— Entonces, ¿Puedo besarte?

— ¿Desde cuando pides permiso para esas cosas?

— Recuerda, base por base. — Dijo antes de cortar el poco espacio que quedaba entre nosotros con un beso. Un beso que al contrario de lo que esperaba fue dulce, suave, delicado... Durante unos minutos me sentí la persona más afortunada, la única en el mundo. De pronto había ganado la lotería sin siquiera  comprar un número. Desde luego, por primera vez en mi vida, la suerte estaba de mi lado, y esperaba que eso durara para siempre o, al menos, lo suficiente para disfrutarlo.























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⏰ Última actualización: Apr 09, 2023 ⏰

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TIME TRAVELLER ♕︎Billy Hargrove♕︎ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora