12- "WILL"

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Sentía un gran vacío dentro de él, uno que no le dejaba descifrar sus pensamientos. Por más que tratara de entrar en su mente, era incapaz de hacerlo. Un muro rodeaba el interior del chico, y ella no tenía suficiente fuerza como para derrumbarlo. Eso le dolía, le dolía como mil demonios. No soportaba verlo así, tan triste, tan decaído, tan simple. Su esencia había desaparecido en cuanto eso llegó a él. Luchó. Luchó por salir, por escapar. Lucho por ella, pero no pudo vencer. Nunca se había sentido tan mal consigo mismo hasta entonces. Quería protegerla, luchar por ella, pero se veía obligado a dañarla. Sabía que no volvería a ser el mismo de antes, que para ella no lo sería nunca. La había lastimado, y se odiaba por hacerlo. Se odiaba a sí mismo más de lo que podría llegar a odiar a alguien, más de lo que odiaba a su padre. Pero tenía una cosa clara: la quería más que nunca. La adoraba con toda su alma, y se odiaba a él. ¿La amaba? La amaba. Su corazón le pertenecía completamente a aquella chica; él le pertenecía, y no le importaba.

Lo malo es que todo lo que empieza termina, y su historia no era la excepción. Fue un final duro para ambos, un final injusto. Pero terminó, y lo hizo de una manera inesperada. Dejando un alma enamorada.

Livie despertó agitada y sudando. No entendía el por qué, pero su almohada estaba mojada. En cuanto sintió una lágrima rozar su labio superior supo que había estado llorando. No recordaba nada de su sueño, pero eso no le preocupó, ya que solía pasarle. Era costumbre para ella despertarse y encontrarse con que había estado llorando durante la noche. El único inconveniente era que rara vez recordaba la razón de sus llantos.

Hizo caso omiso a lo sucedido y se dispuso a prepararse para salir. Iría a comprar comida y puede que algo de ropa. Abrió el diminuto armario que tenía la habitación y sacó una falda negra cuatro dedos sobre la rodilla y una camiseta blanca ajustada. Una vez se colocó todas las prendas, agarró unas zapatillas deportivas blancas y se las puso.

Cuando iba a salir, pensó en buscar a Billy y preguntarle si iría con ella, pero descartó esa idea al recordar lo sucedido el día anterior. Después de que el rubio le gritara, simplemente corrió a su hotel y pasó el resto del día tumbada en la cama.

Despejó su mente de cualquier recuerdo y salió de la habitación camino al supermercado. Caminó durante largos minutos por las calles de Hawkins. No había casi nadie fuera, y tan solo se había cruzado con unos cuantos coches.

Finalmente pudo tener delante su destino, y sintió un gran alivio al poder comprobar que estaba abierto, ya que no conocía el horario del local. Tan solo debía cruzar de una acera a otra para llegar, nada complicado.

De pronto sintió un gran peso dentro. Como si todos sus problemas se hubieran acumulado en su interior. Pensó en Billy, en lo que había sucedido el día anterior. Aún no lograba comprenderlo del todo. Se suponía que se llevarían bien, no entendía el por qué de su comportamiento. Había sido todo tan repentino, que ni siquiera le dio tiempo a procesar nada. Había corrido asustada por medio Hawkins hasta que llegó a su hotel y pudo pasar el resto del día sola.

Por otra parte también estaba Hopper. El hombre la había acogido en su casa y eso Livie se lo agradecía enormemente, pero no podía soportar el hecho de que por culpa suya había permanecido encerrada en cuatro paredes poco menos de un año. Echaba mucho de menos a Once, su compañera durante todo ese tiempo. Se habían vuelto hermanas, amigas inseparables... Puede que algún día fuera a verla, cuando estuviera en condiciones distintas.

Había un pensamiento más invadiendo su mente, y era el hecho de que ella, no estaba registrada en ningún lado. Si en algún momento alguien pedía sus papeles, se vería en problemas. Supuestamente ella aún no había nacido. ¡Aún quedaban 20 años para aquello! Se estaba quedando en el país ilegalmente. No, ni siquiera eso. Se estaba quedando ilegalmente en el mundo. No existía ese maldito papel que decía que había nacido. No tenía identificación, nada. Estaba muy asustada sobre lo que podría llegar a pasar si alguien le pidiera su huella, o peor, una muestra de sangre o algo así. No tenía ni idea de lo que sucedería si eso llegaba a pasarle, pero prefirió no pensar en ello y dignarse a cruzar la calle.

TIME TRAVELLER ♕︎Billy Hargrove♕︎ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora