Desde pequeña siempre soñé con vivir una vida de cuento, tal y como me enseñaron todos esos DVD de Disney que mi padre me traía de vez en cuando. Antes pensaba que lo hacía porque me quería, pero ahora sé que era para calmar mis berrinches. Solía ver todas esas películas con mi madre. Nuestra favorita era "Bambi", pero nunca creí que la historia de ese pequeño ciervo sería lo más parecido a un cuento que me pasaría jamás.
Yo pensaba más bien en un baile, ser salvada por un príncipe, o incluso salvar a mi madre convertida en oso, pero nunca, ni de lejos, pensé que nada de eso pudiera ser real. No he ido a ningún baile. Seguramente hubiera ido si no me hubiera pasado toda la vida encerrada en cuatro paredes. Tampoco he conocido a ningún príncipe, y aún menos he sido tratada como una princesa. Y lo más triste, no logré salvar a mi madre. Y esa es una cosa de la que me arrepentiré siempre.
Cuando era pequeña, muy muy pequeña, mi madre me leía un cuento todas las noches. Trataba de una bruja a la que todo el pueblo temía. Los niños nunca se acercaban a su casa, y nadie la tenía en cuenta para las fiestas y reuniones. Esa bruja nunca salía de su hogar. La gente contaba que era porque estaba armando un malvado plan para acabar con la humanidad, o que tenía a una centena de niños secuestrados en el sótano y se alimentaba a base de ellos. Lo cierto era que la bruja no hacía nada de eso, sino que tenía miedo de salir a la calle por lo que la gente pudiera decir de ella o por si le hacían daño.
Esa historia me enseñó lo que es la empatía, y que a veces la gente que crees que tiene malas intenciones es realmente buena y, la que consideras tu amiga, puede que en el momento de la verdad ya no lo sea tanto. Creo que es porque basé mi personalidad tanto en esto que ahora tengo tanta fijación en los chicos malos.
Y hablando de chicos malos, también conocidos como Billy Hargrove. Desde aquel día en la cafetería no sé nada de él. Dentro de dos semanas es el baile de invierno y Once está muy triste, así que no he tenido tiempo de verle entre tanto lloro por Mike. Agh, tan solo pensar en ese niño me da ganas de vomitar, no me preguntéis por qué, supongo que son los celos de hermana mayor.
Aunque le he dicho mil veces que no lo haga, aquí está de nuevo mi queridísima (nótese el sarcasmo) hermana, sentada en mi cama y leyendo las páginas de una libreta morada, mi diario. Me paro en el marco de la puerta con los brazos en la cintura, con un trozo de pan entre los dientes y el ceño fruncido.
— Once, ¿cuántas veces voy a tener que repetirte que dejes mis cosas? ¿Acaso no sabes lo que es la privacidad? — Le recrimino a mi hermana. Para mi sorpresa, ella niega con la cabeza, moviéndola lentamente de lado a lado. — P-R-I-A-C-I-D-A-D, nueve letras. Es cuando algo es solamente tuyo y no quieres que nadie más los vea. Por ejemplo, cuando vas al baño quieres privacidad, no es agradable que alguien te esté observando.
— ¿Y no quieres que lea tu libro? Es muy interesante, yo aparezco, y Mike, y todos los demás. — Contesta. No me gusta decirle que no, pero me sienta mal que cotillee mis cosas.
— No es un libro, es un diario. Es donde anotas lo que te pasa durante es día y tus pensamientos y emociones. Es algo muy íntimo y no me gusta que otra gente lo sepa, por eso no quiero que lo leas. ¿Entiendes?
— Creo que sí. — Nos quedamos un rato en silencio, sin saber que decir, hasta que Once habla. — Livie. — Me llama.
— ¿Sí?
— ¿Te gusta Billy? — La pregunta me pilla por sorpresa, me esperaba cualquier cosa menos eso. No sé qué responder. Me quedó pensando unos segundos hasta que Once me devuelve a la Tierra con un ”¿Livie?”.
— ¿Qué es gustar para ti?
— Que quieres estar con el todo el rato, y que cuando estáis juntos tienes cosquillas en el estómago. También que si estás mucho separados te enfadas por todo porque lo echas de menos. Eso es lo que me dijo Joyce.
— ¿Cuándo hablaste de esto con Joyce?
— Ayer. ¿Te gusta Billy?
— No lo sé Once. — Digo mientras me siento a su lado. — Sí que quiero estar con él siempre, y le echo de menos cuando no lo estoy.
— ¿Y tienes cosquillas rn el estómago?
— Sí, tengo cosquillas en el estómago.
— Entonces te gusta Billy.
— Puede que tengas razón. Pero es que no sé, es tan caprichoso, y sus ataques de ira... Pero se preocupa por mí, y disfruto mucho el tiempo a su lado.
— Si te gusta tanto, ¿por qué no sois novios?
— Pues... Supongo que porque yo no le gusto.
— Sí le gustas. Max lo dice todo el rato.
— Eso no es cierto, no le podría gustar alguien como yo.
— ¿Por qué? Eres muy guapa, y amable, y te preocupas por todos, me cuidas siempre y además eres graciosa. Es imposible que no le gustes.
— ¿Pero qué puedo hacer yo, no da ningún paso?
— Dalo tú. Ve y dile lo que sientes.
— Once, ¿desde cuándo eres tan lista?
— Ahora está en casa, apura antes de que vaya a entrenar.
— ¿Cómo sabes su horario?
— No preguntes, corre.
—Vale. — Me levanté rápidamente y salí de casa corriendo. Me recorrí las calles de Hawkins como di estuviera en un maratón, y al fin me encontré delante de aquella casa que tanto había echado de menos pisar en las últimas semanas.
📝Gracias por leer📝
fake_supernena_
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TIME TRAVELLER ♕︎Billy Hargrove♕︎
Fanfic2021---------------1984 Livie nunca hubiera pensado que algo así sucedería. ¿Qué pasaría si alguien lograra viajar en el tiempo? ¿Qué pasará cuando Livie descubra algo que la atrapará en el pasado? ¿Y si eso es una persona? Livie, 16 años, estudia...