Ser solitaria era algo que podia hacer muy bien, todos me temian o simplemente repudiaban, pero poco me importo, me mantuve firme en mi decision de soledad, entonces ¿que estaba mal ahora, por qué sali a cenar con un extraño?
𝗛𝗮𝘁𝗮𝗸𝗲 𝗦𝗮𝗸𝘂𝗺𝗼, el padre de tiempo completo que al parecer tiene una vida extraordinaria como shinobi, ¿por què no se alejaba de mi como los demás?, la demencia fue una opcion para mi, pero poco probable a decir verdad.
No recuerdo cuando fui a dormir, solo se que llegue a casa acompañada por esos dos, estaba muy nerviosa, nunca habia salido a cenar con un hombre, pese a que Kakashi estaba ahi, el casi no hablaba.
Me levante con algo de pereza, me di un baño y arregle un poco, no solia hacerlo pero me sentia muy feliz esa mañana, era martes, segundo dia como maestra, ya queria ver a mis alumnos nuevamente.
Esta vez opte por usar un vestido más de verano, me llegaba a las rodillas, era blanco con flores rosas, amarre mi cabello en una coleta y me puse mis sandalias, todo estaba listo, mi mente serena y corazón tranquilo me decian que seria un gran dia.
Tome mi mochila y sali de casa, no desayune, no tenia hambre realmente, eso era muy normal para mi, no solia comer mucho, no tenia desordenes alimenticios, pero habia momentos en los que comia mucho y otros en los que no tenia nada de hambre.
Mientras caminaba no podia evitar pensar en mis alumnos, me preguntaba si ellos tambien me habian extrañado, se que sueno algo dramatica pero adoro mi trabajo, en el camino pase por un restaurante de dangos, en donde Minato y Kushina desayunaban, esa iconica parejita.
-¡Tamika 'ttebane!
La energetica pelirroja grito mi nombre, voltee el rostro para verla, era tan gritona como siempre pero la verdad eso me agradaba, le daba un toque de alegria a cada dia que pasaba junto a ella.
-¡Hola Kushina!
Ella salto a abrazarme, correspondi de inmediato, era mucho más fuerte que yo, tal vez en inteligencia yo era más habil pero sin duda ella me gababa en fuerza.
-¿Que haces 'ttebane?
-Oh, yo voy al trabajo, ya sabes, soy maestra ahora
-Oh si, si ,si -me dio un pequeño codazo- ¿y que más?
Movia sus cejas de forma extraña, pero bueno ella ya era bastante rara, no me sorprendia mucho si actitud, vi a Minato acercarse con una sonrisa a nosotras, al igual que la pelirroja, hacia gestos extraños, estos locos.
-Tamika-chan, lo tenias bien guardado
-¿De que hablas rubia?
Amaba molestarlo con apodos -sin gracia- pero raros a la vez, el gruño y me mostro la lengua en modo de burla.
-De tu relacion con Sakumo Hatake 'ttebane
Mi rostro fue un arcoiris, literalmente creo que me puse de todos los colores, era tan vergonzoso, yo no salia con Sakumo-san, el era un ¿amigo?. No, el es el padre de mi alumno, no tengo motivos para una relacion externa con el.
-¡Claro que no!
Grite con fuerza, las personas voltearon a vernos, senti aun más veguenza, ¿acaso estaba destinada a sufrir esto?, no se ni como inicio este extraño rumor.
Se que el es un hombre apuesto, de piel terza, tan arreglado, con brasos anchos y tan alto, ¡paren!, me estoy desviando, el punto es que no me gusta y no tengo nada que ver con el.
-¿Entonces no fuiste a cenar con el? - Minato mantenia su sonrisa burlona- Niegalo bruja
-Bueno, si fui, pero fue por qué kakashi me invito y no quise ser descortes.
-No te juzgamos 'ttebane, solo queriamos saber detalles
-Todos tienen derecho a hacer su vida
El rubio la apoyo, y era verdad, todos tienen derecho a hacer su vida, pero crear falsos rumores podria traerme problemas a largo plazo, solte un suspiro pesado, era agotador pensar en todo este caos.
-Debo irme, es tarde
No espere una respuesta y me fui, no era que trataba de ser grosera, pero mi cabeza daba vueltas, la preocupacion me consumia y el cansancio emocional tambien.
La academia era el unico lugar en donde nadie me preguntaba nada sobre mi vida personal, solo era la 𝘀𝗲𝗻𝘀𝗲𝗶, y agrafedia eso. Llegue al edificio y entre con rapidez, no queria toparme con otros maestros, llegue al salon y note a varios niños sentados en sus lugares hablando.
-¡Buenos días Sensei!
El chico de cabello negro llamado Obito, me saludo energetico, sus compañeros imitaron su gesto y respondi de la misma forma, estaba muy feliz ahí.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
