Lo Siento, Me Enamore De Ti. (MALEC)

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Estaba con Leo viendo trajes y por lo general había más trajes blancos de omegas así que decidí medirme uno por si me gustaba.

-Leo: Ese blanco se te ve bien.

-No me gusta el blanco.

-Leo: Lo se, esta bien, vamos a mandarte hacer el traje... Negro. Va a estar algo ajustado para resaltar tu figura ¿te parece?

-Okey.

-Leo: ¿Camisa blanca?

-Negra

-Leo: Bueno si, no quieres pareces hombre de negro.

Un omega me tomaba las medidas.

-Leo: La cintura debe estar marcada, que se le vea el trasero pero no tan apretado de las piernas.

-¿Se vera bien en mi? Digo tuve a Mishell hace poco y no he hecho nada de ejercicio desde entonces.

-Leo: ¿Que?, ¿y así tienes esa figura? No puede ser Alec si fuera tu siempre aprovecharía eso.

Antes tenía abdominales y ahora esta liso mi estómago. Debería volver a ejercitarme.

-No se como.

-Leo: Vamos de compras y a que te corten el pelo. A subir el autoestima.

-¿Qué tiene mi pelo?

-Leo: Esta sin forma y muy largo.

-Esta bien.

-Leo: ¡Si!

No creo que un cambio de estilo me venga mal.

-Leo: ¿Tu pañuelo puede ser azul? Creo que se vería bien. Un azul como el de tus ojos.

-Bien.

Después de eso fuimos por los zapatos para el traje y a comprar ropa que en verdad me quedaba muy bien y a cortarme el pelo.

Fui a la oficina de Magnus, quería sorprenderlo hoy.

Josh me acompañaba, Joel fue a estacionar el auto.

-?: ¡Hey!, ¡No puede pasar así como si nada?

Era la amargada alfa de recepción. Volteé a verla.

-?: S-señor Lightwood, cla-claro que puede pasar, ¿quiere alguna bebida o algo?

-No gracias.

-?: ¿Quieren que la escolten?

-No gracias.

-?: Lo siento mucho señor.

-No te preocupes. Solo hacías tu trabajo.

Aunque puedes ser un poco más amable.

Seguí caminando. Todos me sonreían y saludaban, a pesar de que algunos fueron mis compañeros de trabajo pero nunca me saludaban así. Será ¿Por qué soy el prometido de Magnus? O ¿Por qué estuve a punto de morir?

-Nora: ¡Alec!

-¡hola!

Me abrazo. Hace mucho que no la veía, ella y Juan me visitaron cuando llegue a casa y se enojaron por no decirles lo de Felipe.

-Nora: ¿Cómo has estado?

-Bien. ¿Y tu?

-Nora: Bien. Te ves muy bien.

-Gracias.

-Nora: Un buen corte al fin, siempre estas todo greñudo.

Me reí.