*Capítulo 23*

207 11 1
                                    

Durante el resto de la tarde, estuve caminando por el enorme jardin pensando en las palabras de Elina. ¿Qué quería decir con que Nicholas y Alexander eran los únicos que podían ayudarme? No entendía absolutamente nada.

-Violet-me giré para encontrarme con Aurora la cual casi no había visto desde que me escapé del castillo.

-Aurora.-le sonreí de vuelta

-Estaba buscándote, no encontraba el momento para hablar contigo. Estuve preocupada cuando desapareciste en aquella fiesta. Nicholas estaba convencido de que te habías ido por tu propio pie junto a los hombres lobo pero yo tenía la esperanza de que después de nuestra ultima conversación, no fuese asi.

-Si te sirve de algo, me puse en contacto con William antes de tener esa conversación contigo.

-Lo suponía, ví un cambio en tu actitud y en la de Nicholas los últimos días antes de que... te fueras.-dijo con cautela de usar las palabras más acertadas. Yo asentí, Aurora tenia razón. Los días anteriores a mi huida, mi relación con Nicholas mejoró mucho. Ahora, en cambio, todo era más tenso y podía ver la desconfianza en sus ojos.

-¿De qué querias hablarme?-pregunté cambiando un poco de tema.

-¡Ah si! Supongo que todavía no te lo habrán dicho pero Sybil sigue en el castillo.

-¿Qué? ¿Por qué?-no quería que esa mujer siguiese aquí, despues de sus ultimas confesiones no quería saber nada de ella.

-Creen que puede ser de ayuda sobre tu vinculo con Nicholas.

-¿Tú también estás vinculada con Adrian?

-Sí, pero nuestro vinculo no es tan fuerte como el vuestro. Puedo percibir sus emociones pero solo cuando son muy intensas.

-¿El vinculo tiene algo que ver con el amor?-Aurora sonrió con ternura por mi pregunta.

-No siempre. El vinculo une a dos personas de una manera única pero no tiene porqué acabar en una relación romántica. Muchos vampiros vinculados tienen una bonita amistad y otros se odian a muerte. El vinculo solo hace que pase lo que pase esas personas se vuelvan a encontrar y siempre estén conectadas. El resto, es cuestión de actitud.

-Entiendo...¿Y en mi caso tengo dos vinculos? Uno con Nicholas y otro con Alexander.

-Exacto, no es lo normal pero tu sangre es diferente.

-¿Y se puede renunciar a un vinculo?

-No, es imposible renunciar a él o intentar evitarlo.

-Entiendo.-eso quería decir que al igual que mis emociones y sentimientos hacia Nicholas se agrandaban, lo mismo pasaría con Alexander si alguna vez nos encontrábamos. 

-Cambiando de tema...¿Tienes elegido el vestido para la gala de esta noche?

-¿Gala? Nicholas no me ha comentado nada sobre eso.-Aurora pareció sorprendida ante mi confesión y frunció un poco el ceño. Luego, sonrió un poco incómoda.

-Pensé que ya habías hablado con Nicholas sobre el tema, quizás deberías ir a su oficina.

-¿No me vas a explicar lo que ocurre?

-Prefiero no meterme en los planes de Nicholas.-rió-Él te lo explicará todo...a su manera.

Dicho eso, Aurora y yo nos despedimos y caminé con cierta intriga hacia el despacho de Nicholas. Suponía que lo que me tenía que contar no sería completamente de mi agrado pero tenía bastante curiosidad.

Giré por el pasillo y paré en seco enfrente de la gran puerta del despacho. Antes de que pudiera tocar la puerta, aquella hermosa vampiresa rubia salió por ella. Era la misma mujer con la que pillé a Nicholas hace unos meses atrás. La miré de arriba abajo buscando algo que me ayudase a saber lo que había pasado. Ella sonrió y ató uno de los botones de su camisa.

-Perdona Violet, tenía unos asuntos que tratar con Lord Ajax pero ya puedes pasar.

¿Esta quién se creía que era?

Decidí no perder mi tiempo en contestarla y simplemente abrí la puerta para entrar a la oficina. Nicholas estaba sentado en el sofá mientras tomaba una bebida alcohólica que no pude llegar a distinguir. Me miró algo confuso y dejó su baso en la mesa justo al lado de otro que ya estaba vacío. Supuse que la rubia y él habían estado bebiendo y celebrando. 

-Violet, debes tocar la puerta antes de entrar.

-Perdóneme Lord Ajax. Solo quería saber si debo acudir a la gala de esta noche.

-Sí, debes acudir.-contestó confuso ante mi formalidad mientras fruncía el ceño.

-¿A qué se debe la celebración? No tengo ganas de ir.

-Vendrán los representantes de todos los pueblos y ciudades del reino a celebrar el equinoccio de otoño.-asentí y caminé hacia la salida.-¿Se puede saber qué mierdas te pasa?

-Nada. -dicho eso, cerré la puerta tras de mí. Sin embargo, eso no impidió que Nicholas no siguiese con la conversación. 

-No me dejes con la palabra en la boca. Saldrás del despacho cuando yo te lo ordene.-sonó su voz enfadada en mi cabeza ya que él había activado nuestra conversación. 

-No tengo ganas de hablar. -contesté con el mismo enfado. No quería volver a tener una conversación sobre los celos, solo quería irme. 

-Entra ahora mismo.-silencio-Se me está acabando la paciencia, Violet. 

Finalmente, cedí y volví a entrar a su despacho con los brazos cruzados. Podía notar su enfado que era muy parecido al mío. Sin embargo, él parecía estar también muy estresado lo cual me hizo sospechar que algo no andaba del todo bien.  Nicholas ya no se encontraba en el sofá sino que ahora se había movido a la silla de su gran escritorio de roble. 

-Para la gala de hoy, te pondrás el vestido que se encuentra encima de mi cama y desde esta noche, volverás a dormir en mi habitación. Iremos juntos a la gala y te presentaré como futura Lady del reino.-me quedé totalmente callada durante unos instantes asimilando la bomba que acababa de soltar. No pensé que me presentaría ante todo el reino con tanta rapidez.

-¿Eso es todo?

-No. ¿Qué es lo que te pasa? ¿Te encuentras bien?

-No me pasa nada, estoy perfectamente. ¿Me puedo ir?-Nicholas asintió mientras me miraba con cierta preocupación y confusión. 

Salí del despacho y subí las escaleras rumbo a la habitación de Nicholas. Siendo honesta, la idea de volver a dormir con Nicholas no me preocupaba en exceso. Ya lo habíamos hecho antes y llegó un punto en que no me molestaba en absoluto. Sin embargo, el ambiente ahora era mucho más tenso que hace unos meses. 

Saqué esos pensamientos de mi cabeza y traté de centrarme en lo que estaba por venir: la gala de mi presentación al reino vampirico. 

Secuestrada Por El AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora