*Capítulo 27*

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Llevaba unos segundos callada intentando procesar las palabras de Nicholas pero no podía. Yo le había confesado algo bueno e inofensivo mientras que él había soltado una bomba.

-¿Cómo?-pregunté

-¿Qué?-Nicholas estaba confundido y a decir verdad parecía algo preocupado por mí.

-¿Cómo se ha podido enterar? ¡A penas salgo de este castillo!-estaba perdiendo la calma y Nicholas lo podía sentir.

-No lo sé, podría haber sido cualquier trabajador del castillo o alguno de los invitados de tu presentación. Dante está trabajando en encontrar al responsable y cuando sepamos quien fue, yo mismo me ocuparé de él. -suspiré frustrada por las palabras de Nicholas. 

-¿Y qué se supone que debemos hacer ahora? Alexander podría venir aquí en cualquier momento.

-No lo hará, no es tan estúpido. Lo que debemos hacer es pensar en un nuevo plan y acabar con él de una vez por todas.

-¿La única opción es matarlo?-aunque claramente Alexander no me agradaba, no era muy partidaria de matar a nadie.

-Sí, mientras siga vivo no parará hasta encontrarte.

-Al igual que hiciste tú.

-Exacto, no te busca solo para agrandar su poder si no también porque su instinto se lo pide.

-No te entiendo.

-Ya sabes que su sangre, al igual que la mía, es complementaría a la tuya por lo que sus instintos más naturales le empujan a buscarte.

Suspiré cansada por el tema de conversación.

-Violet, todo va a estar bien.-Nicholas puso su gran mano encima de la mía y con un suave movimiento la acarició. Después de unos largos minutos donde Nicholas me hizo sentir mejor le pregunté cual iba a ser el plan.

-Quizá deberíamos hablar de eso en otro momento todavía hay cosas que no te he explicado y no quiero que todo esto sea demasiado para ti.-contestó levantándose de su silla y caminando hacia un pequeño mueble donde se encontraban las bebidas alcohólicas.

-Tengo el derecho a saberlo, Nicholas. Has prometido que a partir de ahora tendríamos la confianza suficiente como para contarnos todo.

-Y cumpliré mi promesa. Esta noche, cuando termine con todas mis reuniones, cenaremos tú y yo solos y te contaré absolutamente todo.

-Bien.

El despacho volvió a quedarse en silencio. Nicholas movía en pequeños círculos el vaso de whisky mientras observaba como el liquido se movía de un lado a otro. Yo, sin embargo, lo miraba a él. Nicholas era la única persona en este mundo que podía ayudarme a no caer en los brazos de Alexander y eso lo tenía muy claro.

Me levanté de mi silla y me acerqué a la ventana donde Nicholas se encontraba. Podía notar que estaba tenso y preocupado y algo en mí me empujaba a hacerle sentir mejor. Puse una de mis manos al rededor de su musculoso brazo y él se giró para mirarme de tal manera que nuestros labios quedaron a escasos centímetros.

-Lo solucionaremos.-dije en voz baja. Nicholas se acercó más a mí y su nariz rozó mi mejilla haciendo que mi cuerpo reaccionara a su tacto al instante.

-No dejaré que nada malo te pase.-su voz sonó ronca y provocó un hormigueo en mi estómago.

-Lo sé.- puse mi otra mano en su abdomen mientras sus labios viajaban a mi cuello y su nariz rozaba mi piel. Como de costumbre, Nicholas respiró profundamente mi aroma y después dejo un pequeño beso en el mismo lugar donde tantas veces me había mordido.

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⏰ Última actualización: Aug 10 ⏰

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