*Capítulo 19*

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Desde que Nicholas activó nuestra conexión no fui capaz de dormir. Me sentía vigilada en todo momento y odiaba el recuerdo de Nicholas en mi cabeza. ¿Cómo fue capaz de hacer eso? Pude escucharlo perfectamente y lo sentí tan cerca que me asustaba. Desconocía demasiadas cosas de los vampiros y sin duda, debía empezar a estudiar más sobre sus poderes sobrenaturales.

Por otro lado, Will comunicó a toda la manada la amenaza de Nicholas y no pude evitar sentirme culpable. Todos estaban preparados para su ataque, todos menos yo. Sabía que Nicholas y sus hombres eran muy buenos luchando, los vi entrenando un par de veces cuando vivía en el castillo y era realmente impresionante. No quería que nadie saliera herido, pero, ¿Qué podría hacer yo?

-Violet...¿Podemos hablar?-escuché la voz de Will tras la puerta de mi habitación.

-Sí, pasa.-me encontraba sentada en mi cama y dejé a un lado las pinturas y los lápices que Will me había regalado. 

-Creo que deberíamos hablar sobre el pasado de nuestras familias. Pronto, Nicholas atacará la aldea y no me gustaría que la conversación del lago se quedara así. No defiendo lo que mi padre hizo pero eran tiempos de guerra y mucha gente que no debió haber muerto, murió. Siento mucho lo que pasó pero no puedo hacer nada para cambiarlo y no creo que sea justo que me hagas responsable de las acciones pasadas de mi padre.-No habíamos vuelto a hablar de la muerte de mi abuela y mi madre. Era demasiado doloroso tener esa conversación.

-Tienes razón. Es solo que...es difícil para mí.

-Lo entiendo pero no me gustaría que perdiéramos nuestra relación por eso.

-No, claro que no. Eres muy importante para mí, Will.-nuestras miradas se cruzaron y pude ver un brillo en sus ojos. Parecía emocionado e ilusionado.

-Cuando Nicholas nos encuentre y ataque, no parará hasta recuperarte. ¿Lo sabes, no?-asentí.-Haré todo lo que esté en mi mano para que no vuelvas a esa cárcel.

-Lo sé.- Sus palabras parecían tan sinceras que me asustaba que se abriera tanto a mí.

-Lamento no haber podido mantenerte aquí más tiempo. De verdad pensé que nunca te encontraría.

-No tienes que culparte de nada, Will. Tú y el resto de la manada arriesgaron demasiado al salvarme.

-Lo haría mil veces más.-Will estaba sentado en la cama solo a unos centímetros de mí y cogió mi mano y la acarició.-Sabes que me gustas, Violet. Me gustas desde la primera vez que te vi dibujando en el bosque y desde entonces, no he sido capaz de sacarte de mi mente. Este mes a tu lado ha sido un sueño.-mientras me hablaba, yo miraba nuestras manos. Él hacia pequeños círculos y sentía que Will era el hombre perfecto. Me cuidaba como nunca antes nadie lo había hecho y podía percibir el amor que me tenía solo con mirarle. Necesitaba besarle para comprobar qué era lo que sentía por él. Sabía que él no tomaría el paso por lo que decidí acercarme y juntar nuestros labios en un suave y cálido beso. El beso fue totalmente distinto al de Nicholas. No estaba lleno de pasión pero sí de cariño. Parecía una despedida.

De repente, la puerta de mi habitación se abrió de un portazo y uno de los hombres lobo de la manada apareció. Parecía preocupado y rápidamente supe que Nicholas ya se encontraba aquí. El momento había llegado.

-Alfa, ya están aquí.

-Llévala al sótano, Mark.-respondió Will mientras soltaba mi mano y la falta de su tacto provocó que cierta inseguridad y miedo se apoderara de mí.

-No, voy contigo. -repliqué.

-De ninguna manera, Violet. Ya hablamos de esto.

-No me esconderé, Will. Nicholas viene por mí y por lo tanto, yo soy la responsable de esto. Quiero estar contigo. -Will dudó durante unos segundos pero finalmente, aceptó y corrimos hacia el bosque junto al resto de la manada. Mi corazón comenzó a latir con fuerza, sabía que Nicholas estaba cerca. Podía sentirlo. Por cada paso que avanzaba hacia el bosque acompañada de William y la manda, el sentimiento de culpa crecía en mi pecho. ¿Iba a arriesgar la vida de todos con tal de salvar la  mía?

Pronto, nos encontramos cara a cara con Nicholas y Dante, tras ellos, para nuestra mala suerte, se encontraban cientos de vampiros. Nicholas estaba dispuesto a armar una guerra con tal de recuperarme. Miré a mi alrededor: todos listos para luchar, el odio en sus miradas, los ojos de Nicholas mirándome fijamente con rabia y dolor. Un escalofrío recorrió mi espalda al analizar la  situación. Era muy obvio el sentimiento de odio que había entre las dos especies. Esto era de locos. Ellos nos triplicaban en número por lo que estaba prácticamente claro que ellos ganarían. No podía permitirlo. Miré a Will un momento. Estaba concentrado y muy seguro de sí mismo, dispuesto a arriesgar lo que fuera con tal de que yo no volviera a estar en la manos de Nicholas. 

-William, es un placer volver a verte.-Nicholas cortó el gran silencio que se había formado y su grabe voz provocó en mí otro escalofrío.-Teníamos un trato: tú en tu territorio y yo en el mío. Sin embargo, lo rompiste. ¿Y todo eso, para qué? Para salvar a Violet.-rió sin gracia.- Debo reconocer que actuaste muy bien, no me esperaba tu ataqué. Pero, ¿De qué te sirvió arriesgar tanto? Ahora, Violet volverá conmigo y tú, junto con el resto de la manada, morirás. ¿Valió la pena?-Nicholas hablaba con un tono de superioridad y seguridad. Él sabía perfectamente que saldría victorioso de este encuentro. Una vez más, Nicholas demostró tener la situación bajo control. 

-Puedes irte al diablo, Nicholas. No te tengo miedo.-contestó William con seguridad. No sé como podía  estar tan seguro ante este panorama. Mis manos comenzaron a sudar por los nervios y mi cabeza comenzó a doler al pensar en como solucionar el problema. Miré otra vez a Nicholas y esta vez, él también me estaba mirando. Pude leer en sus ojos su determinación y enfado y me convencí de que esta batalla estaba perdida. Mi vista comenzó a nublarse a causa de las lágrimas y el sentimiento de culpa que crecía en mi pecho era cada vez más grande. No podía controlarme.

-Matarlos a todos.-ordenó Nicholas. En una fracción de segundo, los vampiros se abalanzaron contra los hombres lobo quienes estaban decididos a luchar. Mi corazón se encogió y la gran bola de culpabilidad explotó en mi pecho al cerrar los ojos. Por un momento, dejé de escuchar y al tener los ojos cerrados no veía  nada. Lo único que sentía era las lágrimas rodando por mis mejillas. Sin embargo, todo lo demás había desaparecido. 

Esperaba que todo esto fuera una pesadilla. En estos momentos, deseaba no haberme escapado jamás del castillo con Will. Yo era la responsable de esto. Todo esto era mi culpa. No podía soportarlo. Decidí volver a abrir los ojos, consciente de que lo que vería sería muerte y sangre. Pero, para mi sorpresa, vi a Nicholas en frente de mi, tan cerca que podía volver a oler su aroma. Su expresión mostraba confusión y preocupación. ¿Qué estaba pasando? Nicholas tendría que mirarme con odio y rabia. 

En ese momento, me di cuenta de lo que había hecho. Tanto los vampiros como los hombres lobo estaban paralizados. Era como si el tiempo se hubiera parado. Algunos se encontraban en el aire ya que habían saltado. Mientras que otros, tenían sus brazos levantados listos para atacar. Ninguno de ellos podía moverse, estaban estáticos. Todos se encontraban en ese estado excepto Nicholas. 

-Nicholas...no sé que me pasa...yo no quise...no sé lo que hice. Tengo miedo, Nicholas. No puedo controlarlo, me duele, me duele mucho.-mis palabras  se mezclaron con mis sollozos. No era capaz de pensar con claridad, estaba teniendo un ataque de ansiedad. Nicholas no me respondió. Simplemente, miró a nuestro al rededor con los ojos bien abiertos.

-Violet, tienes que intentar relajarte.-esas fueron sus palabras y consiguieron el efecto contrario. 

-¡No puedo! ¡Dime que hacer! Me duele demasiado, Nicholas.

-Violet, tus ojos....tus ojos están brillando. -su tono había cambiado por completo. Ya no transmitía determinación y valentía si no preocupación y confusión. Eso me asustaba. 

-Volveré al castillo contigo pero júrame que nadie saldrá herido.

-Violet....

-¡Júralo, Nicholas! No me hagas cargar con la culpa de esta guerra-otro sollozo escapó de mi boca y más lágrimas cayeron desordenadamente por mis mejillas. Nicholas parecía indeciso. Estaba preocupado por sus hombres y dudaba de mi propuesta. 

-No.-contestó mientras negaba con su cabeza. No podía convencerlo. 

-Nicholas, por favor... Te juro que no volveré a escaparme, me quedaré contigo por toda la eternidad. Lo juro. Pero, por favor, no me hagas esto.-cada vez me sentía más débil. Sabía que no aguantaría mucho más.

-Por favor, Nicholas....-sollocé. 

Esas fueron mis últimas palabras antes de sumergirme en la oscuridad. 


Secuestrada Por El AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora