*Capítulo 22*

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Cuando Nicholas, terminó de morderme, mi cuerpo se sintió débil y al mismo tiempo, lleno de energía. Sabía que Nicholas era un vampiro muy poderoso y cada vez que me mordía, me transmitía su fuerza. 

Me pregunto qué es lo que yo le transmitiré a él. 

Nicholas lamió mi cuello asegurándose de que la herida quedase bien cerrada. Luego pasó sus dedos por el lugar donde me había mordido. 

-¿Estás bien?-preguntó en un tono bajo y con una voz más grabe de lo habitual. 

-Sí. Quiero preguntarte algo.-él me miró atentamente y yo tragué saliva algo nerviosa.-Después de que yo me desmayara...¿Le hiciste algo a William?-los ojos de Nicholas se oscurecieron y apretó su mandíbula con fuerza. Puso sus manos en mi cintura y me levantó de sus piernas alejándome de él. 

-Deberías irte.-contestó cortante y desviando su atención hacia los papeles que había en su escritorio. 

-Deberías contestar mi pregunta.-hubo un silencio. 

-No debes decirme qué hacer. 

-¿Y tú a mi sí?-contraataqué enfadada

-Sí, soy tú Alpha. 

-Solo te estoy pidiendo que me contestes.-suspiré cansada- Por favor, necesito saber. 

-¿Tanto te importa?

-Es mi amigo, claro que me importa. Te prometí que no volvería a escaparme si no le hacías daño ni a él ni a nadie de su manada. 

-¿Amigos? Todavía hueles a él. Sé que pasó algo entre vosotros, es la única razón para que su olor todavía está en tu piel.-noté como el calor subía por mis mejillas.

Él me estaba insinuando  que sabía que me había besado con Will justo después de haberme besado con él. Puede que incluso él creyera que Will y yo habíamos llegado aun mas lejos. 

-No tienes derecho a recriminarme nada. Menos aún teniendo en cuenta lo que tú haces con Selena. Pensaba que después de la última conversación, quedó claro que tú podías hacer lo que quisieras. Por lo tanto, yo también.-respondí rápido. 

-Te equivocas. En aquella conversación lo que quedó claro fue que tú y yo no somos iguales. Yo mando, tú obedeces. Así de simple.-respiré fuertemente irritada por su respuesta.

¿Quién se creía que era?

Decidí ignorar su comentario y me centré en conseguir la información que me interesaba. Al fin y al cabo, yo nunca obedecería a Nicholas en absolutamente todo. De eso estaba segura. 

-¿Tanto te cuesta ceder por una vez? Solo te hice una pregunta, nunca te he pedido nada.-se lo pensó unos segundos y cuando vi que no tenía intención de seguir con la conversación me dispuse a salir del despacho. Justo antes de que la puerta se cerrara detrás de mi, habló. 

-No les hice nada. 

Suspiré aliviada, Nicholas había mantenido su palabra y ahora, yo debía hacer lo mismo. Tenía que aceptar que no saldría de este castillo. Sin embargo, eso no significaba que debía obedecer a Nicholas en todo sin ni siquiera tener en cuenta mi opinión. 

Caminé al jardin donde supuse que Neo se encontraría jugando. No me fue difícil encontrarlo ya que se encontraba hablando con unas flores. 

-Hola, Neo.-saludé. 

-Shhh, estoy intentando escuchar lo que me dicen las flores.-sonreí con ternura.

-¿Puedes hablar con ellas?-me puse a su altura y observé las preciosas flores blancas. 

-Sí, les cuento las historias que me cuenta mi madre pero ellas no me responden. ¿Por qué no me responden?-se giró para hacerme esa pregunta. 

-Si te responden, Neo, pero todavía tienes mucho que aprender para poder entenderlas. 

-¿Tú las escuchas?-preguntó lleno de entusiasmo con un brillo en sus ojos. 

-A veces, solo cuando ellas quieren que las escuche. Como solía decir una persona muy especial para mí: solo los que aprecian la belleza de la naturaleza tienen el privilegio de entenderla.

Esa era una de las pocas frases que recordaba de mi madre. Siempre me enseñó que la magia era un regalo y que había que usarla con responsabilidad. La naturaleza era un regalo para todos los habitantes de esta tierra. Los bosques, el mar, las flores...todo era un regalo que debíamos apreciar. 

-Violet, te estaba buscando. 

-¿Pasó algo, Elina?-pregunté dado que por su expresión parecía estar algo preocupada. 

-Nada grave, cariño. Pero me gustaría hablar contigo sobre lo que pasó aquella noche en la batalla contra los hombres lobo. 

-No sé como explicarlo, todavía no lo entiendo. 

-Está bien, ¿Qué tal si empiezas contándome que sentiste?

-Al principio me sentí culpable por ser el motivo de aquella guerra y solo podía pensar en eso hasta tal punto que todo mi al rededor desapareció. En ese momento, comencé a ponerme más nerviosa aún y cerré los ojos con fuerza imaginándome que nada de lo que estaba ocurriendo era cierto. Luego, comencé a sentir un fuerte dolor en el pecho. Abrí los ojos de golpe y solo pude ver a Nicholas mientras el resto estaban totalmente paralizados. 

-¿Era un dolor intenso?

-Sí, era como si me estuviera ardiendo el pecho.

-Está bien, intentaré buscar más información en los libros de magia de la biblioteca.-me sonrió con dulzura.-Todo va a estar bien.-dijo y se giró de vuelta al castillo .

-Espera, una cosa más. 

-Dime, cariño.

-Nicholas dijo que mientras todos esos hombres estaban paralizados, mis ojos brillaban.-mis palabras tuvieron un efecto inmediato en Elina. Su expresión cambio, su sonrisa se borró y sus ojos se agrandaron de la sorpresa.

-¿Cómo? Eso no es posible...-dijo en un susurro. 

-¿Es grave? ¿Tú me puedes ayudar?-pregunté con cierto miedo. 

-Lamento decirte que creo que en ninguno de los libros de la biblioteca encontraré algo que nos ayude. 

-¿¡Qué?! ¿Y entonces quien me ayudará?

-Creo que los únicos que pueden ayudarte son Nicholas y...Alexander. 



¡Hola!

Me gustaría saber cuales son sus sensaciones y opiniones acerca de esta historia. 

Espero que hayan disfrutado del capítulo

BlairSong

Secuestrada Por El AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora